domingo, 30 de julio de 2017

Esperando al Zurdo

Sábados 21 hs en Teatro Corrientes Azul ( Av.Corrientes 5965 )





Dramaturgia de Clifford Odets y Dirección de Hugo Alvarez.

Una interesante propuesta de teatro documental, nos convoca en esta ocasión con Esperando al Zurdo o Waiting for Lefty, es el título original de esta obra, escrita en 1935 por el dramaturgo estadounidense Clifford Odets, nacido en el Bronx, un autor con un fuerte compromiso sociopolítico y uno de los mayores exponentes del teatro proletario estadounidense de aquella época.

Repasemos el contexto complicado que se vivía por aquellos años en el mundo, ya que luego de la Gran Depresión del Año 1929, se vivió una década del 30 compleja, caracterizada por la crisis económica y la alta desocupación reinante.

 En ese clima, el movimiento obrero comienza a organizarse y arranca un etapa donde los sindicatos comienzan a tomar relevancia y aparecen las primeras grandes huelgas generales, como respuesta a la crisis que afecta las fuentes laborales.

Un vez marcado el contexto, volvamos a lo obra de Odets, las acciones se desarrollan  en la ciudad de New York, en el año 1935, exactamente en la sede del Sindicato de Choferes de Taxi, donde una asamblea trabajadores quiere ir a la huelga, pero tienen que soportar las presiones del Secretario General del Sindicato, que en vez de apoyarlos en la medida, los acusa de  rojos ( comunistas ) a estos taxistas, que quieren defender sus derechos e ir a la huelga.




Aunque la obra fue escrita hace más de 80 años en Estados Unidos , el tema de la distancia entre las bases y los dirigentes sindicales, conservan una inquietante actualidad y la pieza, tranquilamente, podrìa haberse escrito el mes pasado en cualquier bar porteño, tal es la vigencia y la realidad del tema. Conducciones sindicales que tejen acuerdos a espaldas de los trabajadores, buscando satisfacer sus intereses personales, en vez de defender los intereses de los trabajadores, a los que deberían representar. Esta es una película que lamentablemente todos conocemos.

En el caso de este cómite de huelgas de los taxistas, la situación es acuciante ya que no pueden llevar a su casa, una recaudación mínima que permita satisfacer las necesidades básicas de sus familias, debido al poco trabajo y a la explotación a los que los somete la patronal. Están esperando la llegada de su líder el Zurdo Costello que extrañamente no llega a la asamblea, debiendo soportar solos, las presiones del secretario del sindicato y sus matones, que en vez de apoyarlos, quieren boicotear la posible huelga.

La puesta de Hugo Alvarez, director y dramaturgo de gran trayectoria, nos pareció muy acertada. Ya desde que el espectador ingresa a la sala, se respira un ambiente de asamblea de trabajadores y uno de los actores, nos reparte una suerte de panfleto / programa con el orden del día de los temas a tratar en la asamblea.

Además al haber algunos taxistas mezclados entre el público, se logra un efecto muy realista, consiguiendo que el espectador se sienta un asambleista más, derribando de esta manera la cuarta pared.

Este interesante texto y la precisa dirección, no podrían llegar a buen puerto, de no ser por las muy buenas actuaciones, en las que apoya la pieza.




Se ha reunido para la ocasión, un elenco numeroso y con una particularidad,  está integrado por una gran cantidad por actores de gran experiencia, esto es muy saludable, porque muchas veces elogiamos, a elencos jovenes y talentosos, pero en este caso poder ver en acción, actores experimentados es algo que valoramos mucho, ya que podemos apreciar la valía y los recursos que solo se consiguen a lo largo de los años en la actuación-

Corriendo el riesgo de ser injustos, vamos a mencionar a alguno de ellos, seguramente algunos,  al tener más protagonismo, tienen la oportunidad de destacarse más.

Es el caso de Alejandro Hodara, como Harry Fatt, el secretario general del sindicato, que compone un gran personaje, que tanto nos hace acordar a nuestros popes sindicales, que con tono autoritario y sin escuchar a las bases, conduce la organización. Un gran interpretación.

Gustavo Bonfigli, es Joe Mitchell, uno de los taxistas que quiere ir a la huelga. Gustavo es un actorazo y aquí protagoniza, un par de escenas donde muestra sus credenciales, como cuando habla con su esposa que le reclama que no le alcanza la plata que trae a casa o cuando dirige un encendido discurso en la asamblea.

Otro taxista que se destaca, es Leonardo Odierna, el Tuerto Keller, que muestra sus agallas, para exponer las razones para ir al paro, pese a las amenazas de los jefes sindicales, en un discurso que emociona.

Por el lado femenino, hay que destacar a Tina Ottaviano, que cumple el papel de la esposa de Joe Mitchell y de novia de Peter ( Emiliano Boidi, otro de los destacados ). Tina en dos personajes diferentes, logran conmover en ambos, con una entrega y una crudeza que llegan al espectador.

Lili Muñoz, como soldado de la paz y además como cantante solista, nos regala unos momentos musicales pletóricos, ya que tiene una hermosa voz, en otro acierto que tiene la puesta.

Nombremos al resto, solo por razones de espacio y para no extendernos tanto, no vamos al detalle, pero todos cumplen muy bien su papel, Gustavo Cepeda (como el guardaespaldas y matón del secretario general ), Pablo Faletti ( el cirujano Benjamin ), Julio Pallero ( el infiltrado que llega de Filadelfia ), Hector La Porta ( es el taxista que desde la platea primero y luego desde el escenario expone sus argumentos con mucha pasión ), Lisando Berenguer ( muy acertado en el papel de Miller ) Luis Marangon ( Dr.Barnes ) y Hugo Alvarez, si,  el director, que representa y muy bien el papel de Mr. Lafayette ).




Como puede apreciar el espectador, una puesta con una gran cantidad de actores que además de lucirse en lo individual, se lucen en el conjunto.

Destacamos el muy buen aprovechamiento del espacio escénico que ofrece el Corrientes Azul, para poder aprovechar el segundo nivel y montar algunas escenas desde allí.
Otro item para destacar es el vestuario a cargo de Paula Molina, que hace lucir muy bien al nutrido elenco, con la vestimenta de época.

En conclusión, estamos en presencia de una propuesta muy interesante, que nos ofrece el teatro independiente, teatro documental, que nos retrata una época, en la cual la crisis económica era importante y los sindicatos comenzaban a tomar gran relevancia. Como mencionamos anteriormente, poder observar tantas semejanzas entre lo que ocurría en la década del 30 en los Estados Unidos y lo que ocurre en la actualidad en muchos países, pese a los años transcurridos, desde que la obra se escribió, sin dudas es algo que nos invita a la reflexión y no nos debe dejar indiferentes.

Además de este muy bien guión. en Esperando al Zurdo, podemos disfrutar de actuaciones muy destacadas de actores con muchas trayectoria en nuestro teatro, por eso celebramos el justo reconocimiento, que recibe todo el elenco al término de la función, con espectadores que de pie ovacionan a los protagonistas y agradecen el entrañable momento teatral, del que fueron partícipes.



Pensador Teatral.


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