lunes, 12 de junio de 2017

Cactus Orquidea

Sàbados 20 hs en Teatro Anfitrión ( Venezuela 3340 )




Dramaturgía y Dirección Cecilia Meijide.

Teníamos muchas expectativas en ver Cactus Orquidea, una obra del off, que lleva cuatro temporadas en cartel, algo que muy pocas piezas consiguen. Generalmente a las obras del teatro independiente, se les hace difícil, permanecer más de una temporada, pero en este caso la obra producida por el grupo teatral El Ensamble Orgánico, ya transita su 4to año consecutivo en el horario central de los sábados en un teatro como el Anfitrión, que siempre acostumbra a ofrecer muy buenas propuestas y el enrome mérito, es que lo logra sin ninguna publicidad, sólo se  nutre, con el boca a boca de los espectadores, que ven la obra y la recomiendan, esa manera, amigo lector, es la fórmula mágica, que provoca que una obra del off, logre mantenerse en cartel.

Con esta expectativa, nos dispusimos a ver la obra y a tratar de descubrir cual era el secreto, del éxito de Cactus Orquidea y ver si coincidíamos con la mayoría, que nos daba excelentes referencias de la obra. Sabrán ustedes que muchas veces, nos recomiendan una película, nos dicen, es buenísima, infalible, te va a encantar y cuando la vemos, no nos gusta tanto y nos desilusionamos.

Pero bueno, despejemos la duda, acá eso felizmente no ocurrió, nos encantó Cactus Orquidea, una pieza deliciosa, una historia entrañable o varias, ya lo explicaremos, de esas que podemos recomendar a todo público, porque no hay dudas que gustará.

Estamos en presencia de una obra coral, para que el que no conoce el término, les contamos que se denomina coral a la pieza que presenta varias historias y personajes, que transcurren en paralelo, por separado,  y que recién se conectarán en el final. Generalmente es un género, que vemos en el cine, ya que hacerlo en el teatro, es muy complejo, porque entre otros factores, se necesitaría contar con muchos decorados,  pero bien, aquí el talento de la directora y de su grupo de actores, logra plasmar la idea,  de una manera admirable.






La historia principal, arranca con un escritor en un bar, que intenta escribir una novela, pero le cuesta inspirarse, justo a ese bar, ingresa una chica muy risueña con una plantita en la mano ( será la cactus orquidea ?? existe esa planta de nombre tan raro ??? ) . Ese encuentro casual y la pregunta simple de saber que hace con esa plantita, servirá como disparador y mágicamente, aparecerán diversas historias, naciendo entrañables personajes, para el deleite del espectador, que sin dudas se zambullirá en estas historias simples, que lo atraparán por su cercanía y por su belleza.

No vamos a relevar mucho, solo contar que las historias, girarán todas en torno al amor, a la búsqueda del ser amado, al dolor por el amor perdido y a la soledad, todo un símbolo de esta época.
Y también nos hablarán de Buenos Aires, de sus bares, sus rincones escondidos, sus barrios, realmente es muy rico y con un aire porteño, el guión escrito por Meijide.

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que uno de los factores del éxito de la pieza, radica en su elenco joven y talentoso, que compone una gran cantidad de personajes y lo hacen mucha pasión y compromiso, algo que sin dudas se nota y les agrega valor.

Lucas Avigliano, es Isaías el joven escritor, que arranca la historia en un bar, tratando de escribir la novela, pero también es el Peque, el ayudante memorioso de Boris en la ferretería, en un personaje que cautiva a todos, por su bonhomía.

Ignacio Bozzolo, es ese Boris que mencionamos, el barbado de antepasados rusos que tiene una ferretería en Flores y que extraña a su mujer fallecida hace unos años, un papel entrañable.



Laila Duschatzky, es Imelda, la atractiva chica que entró al bar con la plantita y que trabaja en el Museo de Bellas Artes. Su hobby es enamorarse de los turistas que visitan el museo, una buena forma de no hacerse novios duraderos. Deliciosa su actuación, fresca y siempre con una sonrisa.

Gastón Filgueira Oria, es Denzel, empleado bancario, que se encarga de aclarar a todo aquel que le pregunta que nada tiene que ver con el actor de Hollywood, o si tiene que ver ???  Un actor,  al que ya vimos lucirse recientemente en En el Columpio y aquí vuelve a hacerlo.

El quinteto se completa con María Estanciero, ella viene de México y es camarera en un bar, suele estar de mal humor, solo la sacan de ese estado, las plantas y Frida Kahlo, su personaje favorito.

Como mencionamos antes, nombramos solamente alguno de los personajes que representar estos actores, ya que desdoblan varios.Es todo un desafío, poder representar tantos personajes, la obra los pone a prueba y finalmente permiten que se luzcan y mostrar su versatilidad y sus condiciones. .

La puesta tiene muchos aspectos para destacar, tal vez el principal, sea el original y magnífico diseño escenográfico creado por Javier Drolas y Soledad Ruíz Calderón, que son los que permiten que la idea de la directora, de crear una obra coral, puede llevarse a la práctica. Lo logran, permitiendo que los mismos actores, levantando y plegando paneles del piso, puedan crear los muebles y los espacios escénicos que la trama va pidiendo, así aparecen y desaparecen mesas, bares, la ferretería, el museo, etc. También se trasladan marcos de puerta o de ventanas para estas creaciones. Hay que verlo para entenderlo bien  pero es otra excelente muestra, que no siempre hace falta una gran suma de dinero para crear escenografías, muchas veces con ingenio y mucha creatividad como en este caso, se consiguen resultados excelentes.




Algo que no dijimos, los actores a su vez son los tramoyistas ( hasta aparecen ataviados con guardapolvos negros para la labor ) , además son los que suben y bajan las luces o ponen la música cuando alguna escena lo requiere , todo esto a la vista del público. La directora explica que quiso hacer una obra sincera, donde los artificios se ponían en evidencia, sin engañar al espectador, que puede notar todos los movimientos que se requieren.
Hay que destacar el vestuario, tantos personajes, requieren muchísimos cambios de vestimenta y hacerlo muy rápido, hay también algunos objetos, muy particulares creados para la ocasión, que enriquecen la puesta, vamos a mencionar solo al pajaro Solaris, al que descubrirán cuando vean la pieza.

Con todo lo que contamos, ya pueden darse una idea, sobre las múltiples razones, por los que la obra se mantiene vigente hace años, llenando la sala, sábado a sábado. Confluyen un guión delicioso, historias de amor cotidiano, llevadas adelante por actores jóvenes y talentosos que dan vidas a personajes entrañables, en una puesta bella y muy ingeniosa que propone la directora, para darle el merecido marco a la obra.

Como conclusión, Cactus Orquidea es una hermosa obra del off, cálida y sensible, que recomendamos y que sin dudas merece verse. Como dijimos al comienzo, una obra del off, se mantiene en el tiempo, por el boca a boca, espectadores que la ven y que la recomiendan a sus conocidos..
Por eso sea uno más del eslabón, primero regalese una linda noche de teatro viendo la obra, aplauda a este grupo de actores y luego recomiende la obra, que sin dudas, sus amigos se lo van a agradecer.


Pensador Teatral.





domingo, 11 de junio de 2017

El Padre

Miércoles 20 30 hs en La Carpintería ( Jean Jaurés 858 )




Obra escrita por August Strindberg, con dirección de Marcelo Velázquez.

La cita, es con este clásico autoría del notable escritor y dramaturgo sueco, que fue escrito en 1887. Considerado como uno de los escritores más importantes que dió la historia de su país, Strindberg fue reconocido mundialmente, ya que sus obras tuvieron gran influencia en el teatro moderno y forman parte del repertorio universal.

Como dato interesante, mencionar que Strindberg se casó tres veces, tuvo hijos en todos sus matrimonios y fracasó rotundamente en las tres experiencias, hecho que indudablemente, marcó sus relatos, con una fuerte critica a la institución matrimonial, asignando a las mujeres, en muchas de sus escritos, el rol de villanas, trastocando esa imagen de la mujer, como sinónimo del sexo débil.

Esta es la segunda obra en el año, que vemos de este autor, la anterior fue Señorita Julia y en esa pieza, también se la asigna un rol poderoso a la mujer.

Pero vayamos a El Padre y a la puesta que nos ofrece este talentoso director. Recordemos, que siempre se asumen riesgos, con las puestas de clásicos como el que nos ocupa, que fue escrito hace 130 años y donde se puede correr el riesgo de quedar totalmente fuera de sintonía de época, si  la adaptación,  no es virtuosa.





En este caso, Velázquez supera con creces el desafío, ya que presenta en La Carpintería, una excelente versión de El Padre, que conservando los lineamientos básicos de la obra original, logra aggiornarla a estos tiempos, con una puesta actual y dotándola de una dinámica ágil, logrando mantener la tensión y la atención del espectador en todo momento.

El Padre, nos muestra a Adolfo ( Edgardo Moreira ) ,otrora capitán del ejercito y hoy un científico respetado, que vive una existencia perturbada, ya que es el único hombre de la casa, conviviendo con cuatro mujeres, su esposa Laura ( Marcela Ferradás ), su hija Bertha ( Denise Gómez Rivero ) y Margarita ( Ana María Castel ), nodriza y ama de llaves, además de su suegra.

Estar rodeado de tantas mujeres, es algo difícil de tolerar, para el Capitán, ya que la lucha de sexos, aparece en todo momento y él está en clara desventaja. El conflicto principal que marcará el eje de la historia, es la discusión con su esposa, por la educación futura de la hija, que tienen en común.
Para él, lo conveniente, es que su hija se vaya a la ciudad, para que tenga una educación laica, pero la esposa tiene la idea totalmente opuesta, ella prefiere que su hija se quede en la casa, no tolera que se aleje de la casa y siga las enseñanzas de un libre pensador, en desmedro de sus ideas.

Las leyes de la época, priorizaban la decisión del hombre, pero Laura no se resignará a aceptar una decisión trascendental tan opuesta a su pensamiento y emprenderá una lucha sin cuartel contra su esposo. Será una batalla sin concesiones, en la que buscará demostrar que su marido, sea declarado insano, para poder dejarlo legalmente, incapaz de tomar decisiones.
Para lograr su cometido, invitará al nuevo médico de la familia a su casa, para que pueda certificar la supuesta locura de su marido y además hará todo lo posible, para empujarlo a ese estado.




Una de sus mejores armas que encuentra, es sembrar la duda respecto de la paternidad sobre Bertha. Es realmente el padre de la criatura ?? Es posible demostrar esto ?? Pudo haber vivido engañado todos estos años ??
Puede sucumbir un hombre inteligente como Adolfo a este juego perverso que intenta su esposa ??
El lector, cuando vea la obra, podrá comprobar si la táctica de la esposa tuvo éxito o quedó a mitad de camino.

Solo mencionar que el tema de la infidelidad y la traición entra en escena, junto con la lucha por el poder y por la toma de decisiones en la pareja y en la familia. La batalla será encarnizada y no encuentra ningún límite, una disputa que perdura aún en la actualidad, aunque hayan pasado más de 100 años, desde que Strindberg usó su pluma.

Es momento ya de mencionar, que uno de las razones, por las que este clásico encuentra esta puesta tan creíble y entretenida, es la enorme valía de las interpretaciones.

Arrancando por Edgardo Moreira, que compone en forma brillante a El Capitán, con una energía y una entrega absoluta. Su gestualidad, sus tonos de voz, sus desplazamientos, todo es perfecto. Permanece prácticamente todo el tiempo en escena, el grado de exigencia es muy alto y lo resuelve con una interpretación extraordinaria, dotando a su personaje de una pasión y una vitalidad, que merece nuestro reconocimiento, ya que es emocionante verlo en escena.

Marcela Ferradás, su esposa Laura, la otra gran protagonista de la pieza, no se queda en zaga, componiendo a una villana despiadada y sin escrúpulos. Un papel antipático, que resuelve con enorme solvencia. Sus caras y sus miradas, son imperdibles, en su rostro se reflejan su odio y su satisfacción cuando su plan parece que puede cumplirse. Enorme trabajo.

Y el trío de ases, a nuestro entender se completa con Ana María Castel, como Margarita, lo conoce al Capitán desde que era niño, ambos se tienen un cariño especial y es en cierta medida, su punto de equilibrio en esa casa. Una actuación deliciosa, que muestra toda su experiencia y sapiencia en un papel muy querible, que ejecuta en gran forma.

Pero el elenco no queda ahí, hay más, Denise Gòmez Rivero es Bertha, la querida hijita del capitán, el centro de disputa de la historia. Le aporta aire fresco y dulzura a la obra. Y junto con Margarita, tienen unas partes cantadas que se disfrutan mucho.

Resta mencionar al Dr.Ostermark ( Enrique Dumont ) que vino a la casa para confirmar o no el estado de Adolfo , el Pastor y hermano de Laura ( Luis Gasloli ) que parece el único amigo que tiene el capitán y Santiago Molina Cueli, como Nojd, un personaje muy simpático, que dá aire y momentos graciosos, a este drama profundo.




Como puede apreciar el lector, un elenco numeroso, comprometido absolutamente con la historia y muy bien conducido por el director, ya que les permite lucirse en lo individual y funcionar en forma armónica en el conjunto.

La puesta además tiene un par de perlitas, que debemos  mencionar, como ser la música original y en vivo que aporta Alejandro Weber con su piano, un vestuario de época de Paula Molina que se luce un montón y el particular y muy original diseño escenográfico propuesto por Ariel Vaccaro, que merece verse y proporciona una circulación fluida a los personajes, dando mucha agilidad, a las entradas y a las salidas en escena.

En conclusión, una excelente puesta de este clásico de Strindberg, que nos permite apreciar la vigencia de sus ideas y que nos invitan a la reflexión, como si la obra hubiera sido escrita, sólo hace unos meses y no hace más de un siglo atrás. Como fuera dicho,  esto es posible, gracias a mucho trabajo y a la precisa dirección de Marcelo Velázquez, que construye una puesta dinámica y plena de recursos, apoyándose en interpretaciones magníficas que no se guardan nada y que emocionan por su entrega,

El lleno total que presenta La Carpintería, en cada función desde su estreno y el entusiasmo que demuestra el espectador durante la trama, es una señal que estamos ante otra estupenda que nos regala nuestro prolífico teatro independiente.
El aplauso prolongado y la ovación de pié, con la que el público despide a los protagonistas al final de la función, es una confirmación absoluta, que El Padre y Strindberg están más vigentes que nunca.


Pensador Teatral.


lunes, 5 de junio de 2017

Kilómetro Limbo

Lunes 20 hs en El Tinglado Teatro ( Mario Bravo 948 )




Obra escrita por Pedro Gundesen y dirigida por Luis Romero.

Kilometro Limbo que se presentó con éxito, en una temporada corta en el Cervantes en el 2016, vuelve este año fuera del circuito oficial, a un teatro habituado a ofrecer propuestas de calidad, como es El Tinglado.

El autor se inspiró para escribir esta obra, en un hecho ocurrido en Rosario en el año 2002, cuando un camión cargado de ganado, volcó en la ruta y los habitantes de una villa cercana, fueran al lugar del accidente y fanearon a las vacas en pleno camino. Las imágenes dantescas, recorrieron los noticieros del mundo y mostraron el peor rostro de la Argentina, la cara del hambre y la barbarie, una realidad totalmente impensada, para un país como el nuestro, que alguna vez fue el granero del mundo y donde los alimentos abundan.

A su vez, este hecho de Rosario, tiene muchos puntos en común, con el libro El Matadero, de Esteban Echeverría, publicado en 1871.




Sin dudas que la historia es movilizante y la decisión de convertir la misma en una obra de teatro es acertada . La pieza arranca con El Nene ( Osvaldo Santoro ) un veterano camionero, que aparece en una cama que no es la suya, se lo vé herido y ensangrentado. Enseguida sabemos que tuvo un accidente, en el cual su camión cargado de hacienda, volcó en la ruta.  Pero el Nene, no está solo en esa casilla humilde, lo acompaña y lo cuida, el dueño de la misma, El Taqueño, un hombre entrado en años, que se traviste.

La situación es extraña, El Nene, está dolorido y aturdido por el choque, pero sufre por sus vacas, que quedaron en la ruta a merced de esa horda de gente, que huele la oportunidad. Quiere salir al exterior, pero el dolor no lo deja. Y mientras El Taqueño, le pide que se calme, que se olvide sus vacas, que no culpe al destino, porque el destino no existe y que descanse. Y mientras le cuenta sus historias, de su infancia, su adolescencia y de su padre. También le habla del lugar donde vive y de sus vecinos pobres, que habitan en una suerte de limbo, un lugar olvidado por Dios y por el Diablo, están solos, a la deriva, librados a su propia suerte.

La pieza tiene numerosos puntos interesantes, por un lado el encuentro de esos dos hombres que pertenecen a mundos diferentes, pero que igualmente pueden dialogar, pese al abismo que los separa. Tal vez lo único que los une, es que ambos están en la última etapa de sus vidas y ninguno quiere resignarse a vivirla con abatimiento y humillación.
Por otro lado, la obra es una muy buena radiografía, de la Argentina actual, tan fragmentada,  donde en las últimas décadas, el hambre y los excluidos del sistema, son realidades que dejaron de estar bajo la alfombra, para aparecer en superficie, con toda crudeza y sin soluciones a la vista.

La puesta de Luis Romero, encuentra intérpretes de lujo para la puesta, dos actorazos, figuras indiscutibles de nuestro teatro nacional. Nos referimos a Claudio Rissi y Osvlado Santoro.




Rissi que cumple un papel memorable en Terrenal, pieza en la que interpreta al Tata Dios, papel por el que ganó el Premio ACE al Mejor Actor de Teatro Alternativo. En esta ocasión tiene un desafío complejo, como interpretar a un personaje homosexual, que se traviste. Su composición es extraordinaria, dando vida a un personaje entrañable, lleno de sensibilidad, por momentos grotesco y con mucha gracia, provocando risas en el público y también algo de compasión, ya que la obra vira, con momentos dramáticos, y otros de deliciosa comedia. Una actuación fantástica de Claudio Rissi y un placer verlo en el escenario, con la enorme entrega de siempre.

Osvaldo Santoro, otro actorazo, no se queda atrás, compone a un camionero, prejuicioso, que no quiere que lo jubilen y que despotrica contra esos negros, que quieren robarle la carga. Un personaje con un tinte de argentinidad auténtico, cargado de preconceptos y discriminador, un espejo donde nos reflejamos. Estupenda su interpretación.

Se produce un ida y vuelta delicioso entre los protagonistas, un gran duelo actoral, entre estas dos figuras de nuestro espectáculo, que permiten momentos de enorme disfrute.

No es justo dejar de mencionar, la intervención breve, pero efectiva de Cristián Aguilera, un concejal bastante chanta, que trata de sacar provecho a la situación, en una buena representación, de la pobrísima clase política que nos representa.




El director, logra una puesta intimista, que hace que el espectador se sienta dentro de esa casa. Destacamos la importancia de una iluminación tenue donde predomina el naranja y un muy logrado diseño escenográfico de Marcelo Valiente, simulando una casilla humilde.

En conclusión, una propuesta muy interesante la de Kilómetro Limbo, donde el autor partiendo de un hecho real, plasma una obra, que haciendo hincapié en lo humano, testimonia una situación de época actual, que todos conocemos, pero muchas veces nos gustaría poder soslayar.
 Además la pieza ofrece la enorme chance de ver en acción a estos dos actores de raza, que tanto logran lucirse en el escenario, que nos dejan con ganas de que la obra durará un rato más.

El gran aplauso que reciben los protagonistas al término de la función, es un justo premio a sus fantásticas actuaciones. Una buena idea, para aquellos amantes del buen teatro, arrancar la semana, yendo a El Tinglado, para disfrutar de Kilómetro Limbo y de sus brillantes protagonistas.


Pensador Teatral.




domingo, 4 de junio de 2017

Sucursal

Sábados 20 hs en Paraje Artesón ( Palestina 919 )




Guión y Dirección de Carlos La Casa.

En esta ocasión, nos convocaba una obra de la que veníamos teniendo muy buenos comentarios y de la que teníamos dos datos prometedores como referencia, el primero,  que del mismo autor, Carlos La Casa, en el inicio de este año, vimos Todas las Rayuelas, una excelente obra, ganadora del premio Contar, concurso teatral organizado en forma conjunta, por la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales,  la Asociación Argentina de Actores y Argentores.
El otro dato, era que la obra, sin ninguna publicidad, solo valiéndose del boca a boca, llevaba nueve semanas consecutivas con localidades agotadas.

Con esta información, fuimos ilusionados al Paraje Artesón, para ver Sucursal y ya adelantamos que salimos más que satisfechos, por la muy buena obra que vimos, un guión muy interesante, con una trama dinámica y excelentes actuaciones.

La historia nos muestra, la convivencia de cuatro vendedores de un negocio de barrio, que se dedica a la compra venta de cosas usadas y tienen un jefe de ventas, nada amigable. La rutina del negocio, se altera, cuando el dueño convoca a una reunión matutina, para anunciar, que abrirían una sucursal del negocio en el centro y que el encargado de manejar la nueva boca, no saldría de una búsqueda laboral por afuera, sino que el elegido sería una de ellos. Cual ?? Aquel que consiga la mayor cantidad de ventas en el año.
Este hecho será disparador, de una serie de sucesos diversos, que no vamos a anticipar para conservar el suspenso, solo adelantamos que dejarán al descubierto algunas facetas ocultas de la condición humana, que se manifiestan sólo en determinadas circunstancias.




La pieza muestra una interesante radiografía de las relaciones humanas, donde aparecen comportamientos humanos, como el compañerismo, la competencia, las traiciones, los secretos y hasta aquellos pensamientos inconfesables que todos tenemos.
La habilidad del autor, es poder incorporar todos estos ingredientes a una trama que entretiene en todo momento al espectador, que se siente identificado con lo que está viendo, ya que son situaciones cotidianas en cualquier oficina o trabajo y este factor de cercanía es muy valorable.

La obra,expone las diferentes personalidades, que conviven en los espacios de trabajo y como interactuan en forma individual y en su conjunto, frente a la autoridad, además transita por momentos muy graciosos, que provocan muchas risas en la platea y por momentos toma un carácter dramático, pero siendo en todo momento atrapante.

A la muy buena dramaturgía, debemos adicionarle las muy buenas interpretaciones que tiene la obra, donde cada integrante del elenco, le aporta un carácter particular.




En actuaciones muy parejas, tal vez la más destacada es la de Daniel Grosso, como Hernán, el disconforme del grupo. No está para nada satisfecho con el clima reinante en el negocio, con sus jefes y se encarga de hacerlo conocer. Es una especie de líder, aunque no sabemos si positivo para el grupo. Una excelente interpretación, con una energía y una fuerza que hay que destacar,

Víctor Frisardi es Armando, el más antiguo del negocio, èl está desde el principio y tal vez por sea respetuoso con los jefes y siempre está bien dispuesto y con voluntad de colaborar  Atildado y políticamente correcto, cumple una interpretación destacadísima.

Franco Marani es Felipe, el lindo de la historia y el que más ventas realiza, seguramente esto ocurre, por su encanto,  que lo hace irresistible a las mujeres.

Diego Recagno como Leonardo, parece el más callado del grupo, es introvertido y pensante, pero cuesta saber, cual es su verdadero pensamiento, ya que modifica su discurso, según cambia el interlocutor.

El autor y director, por esas licencias que tiene el teatro off, también tiene su lugar en este negocio y es Cesar, el jefe odiado por todos, ya que es obsecuente con el dueño y muy poco tolerante con sus empleados.

Osvaldo Ross, es Victor, un dueño muy particular, más preocupado por su camioneta y por navegar con su barco y broncearse al sol, que por la suerte del negocio.  Nos deleita con un discurso motivador a sus empleados, en uno de los momentos mas graciosos y desopilantes de la noche,

Van seis hombres y al fin aparece Isabel ( Cecilia Generoso ),  clienta del negocio y al parecer una de las tantas mujeres, que cayeron en las redes seductoras de Felipe. Le aporta frescura y el toque femenino que no debe faltar a la historia.




Valía la pena nombrar a cada uno de los protagonistas, ya que todos aportan lo suyo y la dán una variedad de matices que enriquecen la pieza.

La escenografía es desprovista, pero con mucho ingenio, se resuelve el tema y se logran generar diferentes ambientes.

Como conclusión, celebramos haber descubierto, la muy buena propuesta de Sucursal, en donde confluyen una dramaturgia impecable, de un joven y talentoso autor, que nos ofrece una historia que nos resulta muy cercana y real. Una posibilidad de ver los diferentes comportamientos humanos en el ámbito laboral, con apoyo en interpretaciones para destacar.

Auguramos muy buen futuro a esta obra y la recomendamos ampliamente. El prolongado aplauso que reciben los protagonistas al término de la función, no deja dudas que la obra ha gustado mucho y que el boca a boca, seguirá funcionando, para que Sucursal siga presentándose por varios meses más, con el cartelito de localidades agotadas, lo invitamos a que usted lector, siga nuestros pasos y la descubra pronto.


Pensador Teatral.



viernes, 2 de junio de 2017

Digan Whisky

Viernes 21 hs en Teatro El Método Kairos ( El Salvador 4530 )





Obra escrita y dirigida por Gastón Cocchiarale.

El debut de Gastòn como autor y director, no podía ser más auspicioso, ya que concibe una obra con muy buen volúmen, que consigue su objetivo de entretener al espectador con una historia actual y en la que todos nos podemos sentir identificados.

Para los que les suena el nombre, Cocchiarale tuvo gran repercusión y alcanzo la notoriedad, en su participación en la película El Clan, que cuenta la historia del nefasto Clan Puccio, interpretando a Maguila Puccio, en una actuación que todos los cinéfilos recuerdan.

Luego de esta semblanza del autor y director, vayamos a Digan Whisky, comedia dramática, estrenada en el 2016, en el Kairos y luego de 10 funciones a sala llena, tuvo que suspender su temporada exitosa, por el recordado incidente, en el cual una pared de una casa vecina, derrumbó una pared de la sala principal del teatro.




En el 2017 la obra vuelve en su segunda temporada y sigue presentándose con gran suceso. Cuál es el secreto de este éxito ??
Sin dudas, que el haber logrado una historia real, en la que se retrata a una típica familia de clase media, desde distintos ángulos, como si le estuvieramos sacando fotos en forma permanente ( de esta matáfora, surge el  ingenioso título escogido para la pieza )

Esta familia está integrada por Diego ( Mariano Ulanovsky ), su esposa Andrea ( Luciana Lamota ) y la hija adolescente que tienen, Malena ( Tamara Liberati ) . La caracterìstica principal de esta familia es la falta de comunicación que existe entre ellos, cuando están juntos discuten, no tienen temas en común y cada uno está inmerso en su mundo. Es muy interesante, la introducción de la tecnología en el guión, como factor que colabora a esta desunión comunicacional. Malena está todo el día con el celular, chateando con sus amigas y su noviecito. Sus padres le piden que deje el celular e intercatue con ellos, pero al mismo tiempo Diego, recibe a cualquier hora llamados de laborales de su jefe, que interrumpen las actividades familiares, pero con la excusa que el trabajo es lo más importante, lo atiende, sin que le importe desatender lo que estaba haciendo en ese momento,

La obra tiene momentos hilarantes, que provocan risas y momentos muy graciosos, pero al mismo tiempo lea obra esconde una profundo drama, debido a que las relaciones en esta familia, pasan por un momento muy negativo y cuando esto ocurre, todos imaginamos las consecuencias.

La pieza, es un muestrario, de los diversos conflictos que tiene una familia hoy en día, como la rutina va desgastando la pareja, la difícil relación con los hijos, por esas barreras generacionales, que cada vez establecen una mayor distancia entre ellos, las discusiones, que aparecen cada vez mas seguido, minando el amor y abriendo la puerta a las tentaciones fuera de la pareja.




Los temas que trata el guión son numerosos y tienen un tratamiento muy actual y realista, sin rebusques , lo que vemos en el escenario, es lo que ocurre en cualquier familia y en cualquier casa, este simple hecho, hace que el espectador se identifique fácilmente con las historias, ya que las siente cercanas.

El muy buen guión, encuentra un fundamental anclaje, es las excelentes actuaciones que presenta la obra, un Mariano Ulanovsky, que dá vida a un padre nervioso, desconfiado y chapado a la antigua, al que le cuesta mucho acercarse a su hija y también a su mujer. Una actuación estupenda de Mariano.

No se queda atràs, Luciana Lamota, su esposa, ella tampoco encuentra la forma de comunicarse con su hija, a la que le cuesta entenderla. Dejó su trabajo para dedicarse a la casa y a la crianza de la hija, por eso depende economicamente de su esposo, con el que està atravesando una crisis, consecuencia del desgaste por el pase de los años.

La hija adolescente, es Tamara Liberati, a nuestro entender, la revelación de la obra. Una interpretación magnifìca, con una frescura y una soltura, que impresiona, Se la nota cómoda en el escenario y sorprende, ya que para nada se nota que está dando sus primeros pasos. Una composición de personaje fabulosa, la que logra Tamara, dando vida a esa hija rebelde y contestataria que tan familiar nos resulta.

Sobre este triángulo virtuoso, se apoya la obra, pero el elenco es numeroso, debemos mencionar a María Laura Rolle como la psicóloga de Male,  Juan Pablo Kexel como Javi y Lorena Saizar como Paula. En estos dos caso no comentamos, que personajes representan para no develar algún aspecto clave de lo que el espectador irá viendo en el transcurso de la obra.




Destacamos entonces, un elenco numeroso y muy parejo, que se nota está cómodo con la propuesta y por eso ofrecen tan buena interpretación, en lo individual y en el conjunto.

Creativa la escenografía de Ileanna Vallejos , logrando diferentes ambientes, aprovechando muy bien cada lugarcito del escenario y una puesta simple y efectiva que logra el director.

En definitiva, un excelente debut de Gastón Cocchiarale, dejando en este caso al actor y ejerciendo en muy buena forma, su doble rol de autor y director, con una Digan Whisky, que le saca una instantánea a esta familia, más normal de lo que podríamos pensar, con los problemas que tienen todas las familias normales, falta y fallas en la comunicación, el mundo aparte que crea la tecnología, la crianza de los hijos, los conflictos de pareja, etc. Temática variada la de esta obra, que por momento nos hará reír, por otros reflexionar y en otros sufrir un poquito con los padeceres de los protagonistas.

Desde nuestro lugar, celebramos una vez más, la aparición de nuevos autores en nuestro teatro alternativo, también lo hacen los espectadores, que colman cada funciòn en el Kairos y que además de aplaudir mucho a los protagonistas, ofrecen una sonrisa para salir lindos en la foto.



Pensador Teatral.

miércoles, 31 de mayo de 2017

Gobernar es Poblar

Martes 21 30 hs en Teatro del Abasto ( Humahuaca 3549 )




Dramaturgía,  Dirección General y Coreográfica de Gustavo Friedenberg.

Una propuesta muy original, la que nos presenta Gustavo, joven director y coreógrafo que tiene como característica, arriesgar en todos sus trabajos, le gusta desafiarse y ofrecer propuestas novedosas y estéticamente cuidadas.

El mismo director, nos comenta que su fuente de inspiración para crear Gobernar es Poblar, surgió de una carta que le mandó Alicia Steimberg, que al hablar de sus hijos, en el final de la misiva, le deja 3 preguntas. Tenés hijos ?? Te gustarìa tener hijos ? Está mal que pregunte ??  Y en esa misma carta, hizo referencia a la célebre frase acuñada por Juan Bautista Alberdi en 1876, " gobernar es poblar ", pronunciada por el abogado inspirador de la Constitución Nacional. Evidentemente la frase que se refería a las políticas demográficas pensadas para nuestro país, no pasó desapercibida y quedó en la historia.

La cuestión es que esa carta de Alicia y los interrogantes planteados, funcionaron como disparador en la mente creativa de Gustavo, que investigò el pensamiento de Alberdi respecto de la inmigración y al mismo tiempo se quedò reflexionando acerca de la importancia de la paternidad. Se animó a mezclar todos estos ingredientes y así nace esta bella pieza.




Aclaremos seguidamente, que en el universo creativo de Friedenberg, danza y teatro son sinónimos, no concibe el uno sin el otro, por lo tanto las coreografías y el movimiento son componente central de sus obras.

Por eso aclaramos, a aquel espectador, que esta no es una pieza teatral corriente, donde el texto y el discurso oral tienen preponderancia. Aquì la palabra, quedará relegada a un segundo plano, serán los cuerpos los que hablarán, con sus bailes, sus pasos, su danzas y la música.

Vaya desafío el de Gustavo, contar una historia, prescindiendo de la palabra, realmente hay que tener talento y audacia, para plantearlo y para plasmarlo en buena forma.

En este logro, tiene mucho que ver, el elenco interpretando lo pedido, que nos regala con un teatro físico y logradas coerografías momentos artisiticos muy bellos.
Ellos son Gabriela Pastor, Stella Maris Isoldi, Eliana Pereira Rejala, Marián Moretti, Julieta Sgarlatta y el único hombre en escena, Tomàs Baillie. Se los nota compenetrados con el proyecto y realizan una muy lúcida interpretación.




La puesta es muy bella y hay que destacar la composición musical y la banda sonora de Fedérico Estevez, fundamental para el desarrollo de la historia, un diseño lumínico de Ricardo Sica, que aporta mucho, al igual que el vestuario y los elementos que nutren la puesta, asi como el rico diseño escenográfico ( que contiene máscaras, inflables, estructuras móviles,etc )
Se nota, que están muy cuidado los detalles, ya que la estética del espectáculo, es de cabal importancia y realmente está muy lograda.

En conclusión, estamos en presencia de una obra muy original y creativa, un maridaje exquisito entre danza y teatro, recomendado para espectadores sensibles y con mente abierta, que estén dispuestos a subirse a este vertiginoso y bello viaje que nos propone el director.

De nuestro lado, siempre agradecidos cuando un autor, se anima a proponer algo distinto y se atreve a contar una historia, desde un àngulo diferente al que estamos acostumbrados, ya que de esta forma se enriquece a nuestro prolífico e inagotable teatro independiente.


Pensador Teatral.

martes, 30 de mayo de 2017

Ay , Amor Divino

Lunes 20 30 hs en  Teatro Maipo ( Esmeralda 443 )




Guión de Mercedes Morán y Dirección de Claudio Tolcachir.

El teatro nos convoca en esta ocasión, para ver a una actriz inmensa como Mercedes Morán, en un unipersonal escrito por ella misma, donde nos hablará sobre su vida.

Un lindo desafío para Mercedes, que a lo largo de su carrera interpretó numerosos personajes exitosos, en esta oportunidad decide sacarse todos los trajes y ser ella misma.
Se anima a abrir su corazón y hablar de su vida, su infancia en Concarán, una pequeña localidad puntana, la relación con sus padres, con sus hermanos, nos hablarà de sus amores, de como nace su vocación por la actuación, de sus hijas y mucho más.





El espectador asiste a una charla íntima con la mujer, no con la actriz, escucha sus confesiones a corazón abierto, recuerdos e historias personales, como si ella, estuviera hablando ante un grupo de amigos y ante una sala llena, algo que sin dudas la dá gran riqueza al momento teatral.

Este unipersonal, fue concebido por Mercedes, siguiendo algunos consejos nada menos que de China Zorrilla, tiene mucha sensibilidad y se hace muy ameno, por la fluidez y la frescura con que transmite sus historias.

Hay momentos de risas y otros de emoción, como cuando habla de su padre y se emociona, en un pequeño gran homenaje, valga la contradicción,  que le regala.

Pese a tratarse de  un unipersonal, la protagonista no está sola en el escenario, ya que a lo largo del desarrollo, ella misma vá trayendo a varios personajes de su vida, que dialogan entre ellos, que le hablan, que la retan. Un ejercicio muy interesante, que sale perfecto y que permiten disfrrtar de Mercedes en todo su esplendor, con momentos de humor, de irreverencia, de emoción y hasta podemos verla bailar.





Hay que destacar la puesta de Claudio Tolcachir, elegido especialmente por la protagonista, porque además de ser un talentoso director,  indudablemente le otorga la confianza y la seguridad necesarias, para un trabajo de gran exposición.
Una escenografía sobria, muy buen recurso la pantalla de LED, donde se proyectan algunas fotos de la infancia y también actuales que acompañan el relato y le dán color.
Muy bueno el moderno diseño de luces de Gonzalo Córdoba, aprovechando muy bien las posibilidades que brinda la mítica sala principal del Maipo.

El espectáculo que fue concebido originalmente para salir de gira, vuelve por 8 únicas semanas ( los dìas Lunes ) , nuestra recomendación es que aprovechen la oportunidad de ver a una Mercedes Morán íntima, charlando entre amigos, ya que además de disfrutar de sus confidencias, van a tener la chance de ver a la actriz haciendo gala de muchos de sus recursos artísticos y de ver a una Mercedes auténtica, que abrirá su corazón, a un público fiel, que se lo agradecerá con càlidos aplausos al final de la función.


Pensador Teatral.