lunes, 30 de abril de 2018

Las Loras, Amor Linyera

Domingos 20 hs en Fandango Teatro ( Luis Viale 108 )






Dramaturgia y Dirección de Pablo Dos Reis.

Una divertida propuesta, llega de la mano de Pablo dos Reis, formado en el Sportivo Teatral con Ricardo Bartis, presentado su opera prima, Las Loras, Amor Linyera, nos ofrecerá una comedia ácida y desopilante, que en una cubierta divertida, esconde la desesperación de dos mujeres.

La historia, nos habla de dos mujeres maduras y amigas, Betty ( Mariela Selicki ) y Flora ( Catalina de Urquiza ), quienes deciden emprender un viaje bastante alocado, ya que deciden ir a Mar del Plata, fuera de temporada claro, en la búsqueda de conquistar algún hombre.






Decimos alocados, porque en vez de alojarse en un hotel, pararán en una garita desocupada de un balneario, que en esa época del año luce desolado. A poco de iniciar la obra, notaremos que esas mujeres, no están bien, sufren un desequilibrio emocional grande y la búsqueda de algún hombre que mejore sus vidas, tiene un carácter casi desesperado.

El texto tiene mucho de grotesco y de satirización, la desesperación y soledad de esas dos mujeres, las harán discutir mucho entre ellas y cometer locuras varias, que se traducen en momentos muy divertidos en el escenario.

La columna vertebral de la obra, son las muy buenas actuaciones que tiene la dupla protagónica, ya que tanto Mariela como Catalina, logran caracterizar en forma admirable, dos personajes muy diferentes, casi opuestos entre así, unidos solo por la soledad y las penas compartidas.
La frase no los une el amor, sino el espanto, aplicaría acá perfectamente.






Mariela Selicki, es Betty, la que timonea la travesía, con su pose seductora, se siente una cazadora de hombres y tratará sin guardarse nada de jugar sus últimas cartas en materia de amor, porque tiene claro, que el tiempo para encontrar al hombre de su vida se está agotando. Muy buena la interpretación de Mariela, mostrando todo su histrionismo y mucha presencia escénica.

Catalina de Urquiza, es Flora, arrastrada por su compañera, parece sumida en un estado depresivo crónico, que apenas le permite mantenerse en pie. Trata de aportar un poco de seriedad, ante las locuras de su amiga, aunque con poco éxito. Una gran composición de personaje de Catalina, quien a su lucida actuación, le suma buenos momentos musicales, mostrando sus virtudes para el canto.

Gran trabajo de estas dos mujeres, que se entregan por completo y muestran mucha química entre ellas, logrando dar una muy buena dinámica a la obra.

Pero estas dos mujeres no estarán solas en escena, ya que en ese balneario, sorpresivamente aparecerá un linyera ( Gabino Torlaschi ) muy bien caracterizado, que provocará muchos momentos graciosos y vivirá un affaire, con algunas de las damas. No anticiparemos con cual de ellas será la que se entregue al amor, ni que sucederá con esa relación, dejaremos que el espectador, lo descubra cuando vea la obra.







Nos gustó mucho la puesta, con varios ítems a destacar. Hay un muy buen diseño escenográfico de Verónica Copello, aprovechando en forma integral un escenario de dimensiones reducidas, con ese refugio playero como centro. Destacado el moderno diseño de luces de Lucio Martínez Ledesma, que tiene momentos de mucho destaque, al igual que el vestuario de Sol Daniela García que contribuye para la muy buena caracterización que tienen los tres personajes.

En conclusión, Las Loras Amor Linyera, es una comedia negra, que nos hablará del amor, pero más aún del desamor y del desamparo, exagerando adrede algunos rasgos, pero dejando claro como muchas veces la soledad y la desesperación, pueden llevarnos a realizar todo tipo de locuras.

Invitamos al espectador, a ver la obra, para divertirse con la historia de estas dos amigas y las acompañen en el viaje que emprenden a una desolada Mar del Plata, para ver si las ayudan a cazar al hombre, que les permitan dejar atrás sus vidas tristes y solitarias.



Pensador Teatral.


Un Puma todo Dorado

Domingos 17 30 hs en Teatro El Excéntrico de la 18 ( Lerma 420 )






Dramaturgia y Dirección de Agustín Rittano.

Una propuesta muy interesante, nos acerca Un Puma todo Dorado, obra escrita por Agustín Rittano, joven autor nacido en la localidad puntana de Tilisarao,que nos ofrece una hermosa semblanza de la vida en el campo, volcando vivencias de su infancia, trayendo esos personajes tan pintorescos que siempre existen en los pagos chicos y dando lugar a las historias y leyendas, que son moneda corriente en el campo, donde ese folklore, tiene enorme importancia.

La historia, que tiene mucho de fantástico y es muy poética, podemos encuadrarla en el género de comedia negra. Se inicia, con intriga, con una mujer madura, que vive en la ciudad y que vá al campo profundo, donde recurre a los servicios de el Gringo, un baqueano, que le servirá de guía, para llegar a un sitio determinado por ella, para cumplir una tarea, que no vamos a revelar en estas líneas, para mantener el suspenso.







Pero en medio de esa travesía, a esta mujer, se le cruzarán en su mente, recuerdos de su infancia, de cuando era una niña y estuvo caminado por ese mismo lugar, al que ahora retorna. Aquellos recuerdos parecen atormentarla y decide ir contando esa historia a El Gringo, que de mala gana la escucha.

En aquel relato, ella era chica, era la niña Mari, que en un momento que se aleja de sus padres y se encuentra con Darmenia Peñaloza y con Peto su hermano mayor. Ella una niña de ciudad y los Peñaloza, dos bichos de campo, que conocen todos los secretos de aquellas extensas pampas. La situación parece peligrosa para esa niña ingenua. Le cuentan a la niña, que están sufriendo en la zona, los ataques de un puma dorado, una bestia con una astucia única, } experta en camuflarse, se come el ganado, las gallinas y es una amenaza para todo aquel que habite en esos parajes.

Presente y pasado, se confundirán por momentos, todo parece ocurrir en la mente de esa mujer, que sin dudas vivió algo muy fuerte en el pasado, algo que la marcó y esa vivencia, la persigue hasta estos días y su retorno al campo, sin dudas es para saldar esa cuenta pendiente.






La pieza como dijimos es una pintura riquísima del mundo campestre y de sus personajes, plena de poesía y con la lógica de pueblo chico, en donde todos se conocen y se mira con recelo a la gran ciudad y a quienes llegan de ella.

La trabajada dramaturgia de Rittano, encuentra eco, en los excelentes intérpretes elegidos para contar la historia, con un elenco que repite gran parte de su anterior obra, la Oveja Abandonada.

Arranquemos por María de Cousandier, la protagonista de la obra, es la mujer que vuelve al campo, para cerrar una historia aún abierta, que la movilizó mucho, tanto que debe convivir con esos recuerdos que la invaden a cada momento. Un gran trabajo el de María, jugando con su cuerpo y su gestualidad, para pasar en instantes de ser una mujer madura, a una niña inocente. Gran trabajo de María, en un papel complejo.






Su acompañante en la travesía es Rodrigo Martínez Eguizabal, como El Gringo, un gaucho, muy bien personificado, que parece esconder más de lo que dice. Rodrigo además de su buena actuación, nos regala los momentos musicales que tiene la pieza, cantando y tocando la guitarra.

El mayor de los Peñaloza, es Peto, interpretado por Fernanda Pérez Bodria, siendo un varón recio, preocupado por dar muerte al puma y con disimulado interés por la niña. Lograda interpretación.

Fernanda Bercovich, es Darmenia Peñaloza, un entrañable personaje campestre, sus movimientos, sus tonos de voz, todo es destacable. Una composición de personaje notable , siendo Fernanda con su histrionismo, quien mayores risas del público consigue y junto con María, para nosotros son las actuaciones más destacadas que presenta la obra.

Se nota, que todo el elenco está compenetrado con la idea del autor y ese compromiso se nota en cada interpretación, ya que no son sencillos los papeles a representar y en algún momentos hasta cambian algunos roles.






La puesta tiene varios elementos a destacar, una escenografía poco cargada, con un alambre, que marca los límites muy claramente del adentro y el afuera, se destaca el vestuario que caracteriza muy bien a todos los personajes, ambos ítems a manos de Peonía Veloz y la iluminación de Soledad Ianni. Todos elementos que contribuyen a recrear la atmósfera campestre que requiere la pieza y agregan valores, para que la puesta resulte muy atractiva

En definitiva, una muy buena propuesta la que nos ofrece la pluma de Agustín Rittano, una colorida semblanza de nuestro Interior, de nuestras Pampas, en este caso del Valle de Traslasierra, trayendo personajes y leyendas, que sin dudas existen en el campo y que los que habitamos la ciudad, muchas veces subestimamos, desconociendo el peso que tienen.

La historia si bien está presentada en un marco de comedia, es profunda y abieta, ya que nos muestra como muchas veces, situaciones que vivimos en nuestra infancia, puedan dejar cicatrices, que aunque pasen los años, no desaparecerán.

Nos gustó mucho la obra y por eso recomendamos emprender este viaje al campo profundo que nos propone el autor, para ayudar a sus entrañables personajes, a dar caza a ese Puma Dorado, que hace tantos años, asola las pampas y sus mentes.



Pensador Teatral.





La Discreta Enamorada

Viernes y Sábados 20 hs en Centro Cultural de la Cooperación (Av.Corrientes 1543)






Dramaturgia de Lope de Vega y Dirección de Santiago Doria.

Clásico del Siglo de Oro Español, estrenada en 1608 en Madrid, fue escrita por Lope de Vega, uno de los escritores y dramaturgos más relevantes de aquel período de florecimiento del arte y la literatura en España, con autores de la talla de Miguel de Cervantes, Calderón de la Barca, Tirso de Molina, Francisco de Quevedo y el mismo Lope de Vega, por nombrar solo a los más relevantes.

Realmente un gran reto para Santiago Doria, reconocido director, que ya incursionó en el teatro clásico español de este período, la decisión de presentar una obra como La Discreta Enamorada, escrita hace 400 años y que resulte actual, lo que obligó a una cuidada adaptación, debiendo quitar algunas referencias históricas y palabras en desuso, para que la pieza, sin perder su espíritu, sea atractiva para el espectador actual, sin dudas una tarea ardua.






Además para sumar una dificultad, a lo ya mencionado, La Discreta Enamorada, está escrita en verso, lo que representa una exigencia adicional para los actores, que sin margen para improvisar, deben tener muy claro el texto, ya que al hablar en verso, deben entender el texto que dicen, para que llegue en forma correcta al espectador. Por lo que se requiere, mucho ensayo y entrenamiento.

Digamos ya, que los resultados logrados por Doria, son estupendos, ya que pone en escena un clásico de época, una comedía de enredos de aquellos años, con los códigos y rasgos del 1600, que resulta amena y divertida para un público que disfruta mucho de los diálogos y de las estupendas actuaciones que tiene la pieza.

Pero esta opinión, no es solo nuestra, mencionemos que la obra que transita su segunda temporada, y ya ovtuvo el Premio ACE  Mejor Espectáculo,  Premio ACE mejor actriz ( Ana Yovino ) y Premio ACE de Oro 2017 a Santiago Doria, como mejor Director, reconocimientos muy merecidos.






Realmente la obra se disfruta mucho, la mente del espectador viaja a ese Madrid del Siglo 17, donde las costumbres y la moral eran otras, debían respetarse ciertos códigos, a nuestra visión de hoy, muy anticuados, pero hecha le ley, hecha la trampa, los jóvenes de aquella época, siempre buscaban la forma, de encontrar algún recoveco, para escapar de las estrictas imposiciones de la época. En este texto, Lope de Vega, hace foco en la inteligencia de la mujer para sortear la hipocresía social reinante en aquellos años, donde el problema no era hacer algo indebido, sino que los otros se enteren de ello.
El mayor problema, no es hacer, sino que se sepa, premisa que se aplicaba hace 400 años y puede aplicarse hoy, de ahí la vigencia de estos textos.

En La Discreta Enamorada, se cuenta la historia de una bella doncella llamada Fenisa ( Ana Yovino ) que vive en Madrid, en una casa de la calle Los Jardines, con su madre Belisa ( Irene Almus ). Sus vecinos son el joven Lucindo ( Mariano Mazzei ) y su padre el Capitán Bernardo ( Gabriel Virtuoso ). Belisa se interesa por Lucindo, pero el problema surge, cuando el Capitán se presenta en la casa para pedir la mano de la doncella, lo que desatará una maraña de enredos y equívocos, que parecen no tener fín.

No contaremos más, para no quitar sorpresa, dejaremos que el espectador cuando vea la obra, vaya descubriendo, como las mentiras y los engaños, irán apareciendo uno tras otro, dándose muchas situaciones graciosas y divertidas.






Vayamos entonces a las actuaciones que tiene la pieza, que como dijimos son el punto central de la misma, ya que el elenco tiene un gran nivel de exigencia, ya que el hablar en verso, requiere además de mucha concentración, el talento para lograrlo y los elegidos por Doria ( hay mérito indudable en la elección del elenco ), realmente muestran estar a la altura, regalando preciosas interpretaciones, con una fluidez que hay que destacar.

La protagonista de la historia, es Ana Yovino, como Fenisa, la dulce y casta doncella, de aire inocente, pero con la picardia e inteligencia necesaria para conseguir sus objetivos. Gran interpretación la de Ana, quien como dijimos obtuvo un ACE por este trabajo.

Su enamorado es Lucindo, interpretado excelentemente por Mariano Mazzei, un joven galante y agraciado, que un un principio tiene su corazón roto por una bella cortesana y luego se pierde de amor por Fenisa. Nos gustó mucho el trabajo de Mariano, con mucha gracia y frescura, en este protagónico.





Nos encantaron las actuaciones de Irene Almus ( como la madre de Fenisa ) y Gabriel Virtuoso ( como padre de Lucindo ), excelentes actores y de mucho recorrido, disfrutamos ya de esta dupla, el año pasado,  en Espumas de Oriente, estupenda obra del off en la que protagonizaban un radio teatro ). Irene aquí es una madre cándida, pero apasionada a la vez y Gabriel, un padre bonachón, con mucha  gracia y ese vozarrón que invade el escenario. Aplausos para ambos, que se lucen un montón.

Completan el elenco, la bella Mónica D´Agostino, como Gerarda, con mucha presencia, es la villana de la obra, Francisco Pesqueira, como Doristeo, un elegante caballero de época y Pablo Di Felice, como Hernando, un criado, muy gracioso y es uno de los que más risas provoca, con la muy buena composición de personaje que realiza.

Un elenco muy parejo, para una obra muy desafiante, mostrando todos un gran timming y entendimiento, para llevar con mucha dinámica la historia.

La escenografia es despojada, solo hay dos bancos largos, dominando la escena que los mismos actores, van cambiando de posición, en los diferentes cuadros. Esta austeridad escenográfica, sin dudas es un guiño del director, para dejar claro, que lo importante en esta obra, es la palabra.






Debemos destacar el vestuario de época de Susana Zilberyang, que dota de mucha elegancia a los protagonistas y también la música original de Gaby Goldman, con melodías de zarzuela, pasodoble y el sónido de las castañuelas, que le dan una atmósfera españolísima al ambiente.

En definitiva, una propuesta que celebramos y felicitamos a Santiago Doria, por la iniciativa de brindar este espacio a un clásico del Siglo de Oro español, una obra en verso, que tanta poesía ofrece, resultando ser este tipo de textos, el origen del sainete español y lo será luego de nuestro grotesco criollo.

Como dijimos la lograda adaptación y las grandes interpretaciones que presenta la obra nos regalan una hermosa velada teatral y son coronadas por un generoso y prolongado aplauso de los espectadores, que confirman, que los clásicos siempre serán bienvenidos, por los amantes del buen teatro.



Pensador Teatral.



domingo, 29 de abril de 2018

Salerno

Jueves 21 hs en Teatro Vera Vera ( Vera 108 )





Dramaturgia de Bibiana Ricciardi y Dirección de Luciano Olivera.

Salerno no es una obra convencional, más bien es un viaje familiar, hacia nuestros orígenes, conocer de donde venimos, bucear en el pasado, en busca de nuestra identidad.

Argentina es un país, donde la inmigración, tuvo una importancia fundamental, para el crecimiento de la nación, los barcos llegados de Europa, con muchos españoles e italianos que se escapaban de la guerra y del hambre imperante en esos años en el Viejo Continente, en busca de una tierra, donde pudieran vivir en paz y forjarse un futuro.






Y en uno de esos barcos, de su Salerno natal, llegó el padre de Bibiana, la creadora de este proyecto, que hace unos años, viajó con sus hijos a Salerno, en el sur de Italia, para visitar a  su padre, al abuelo de sus hijos, que ya había retornado a su amada Italia.. Era un viaje que tenía pendiente y decidió concretar, para que tres generaciones se reunieran, en un sitio, tan caro a sus afectos.

Allí su padre, como nunca había hecho antes, le contó hechos muy dolorosos vividos durante la Segunda Guerra Mundial, los recuerdos de esos años de sufrimiento, en donde perdió a muchos amigos y veo como la ciudad era bombardeada. Era como encontrarse, con el lado B y oculto de Salerno, una ciudad bellísima y turística, que detrás de esa fachada de tranquilidad y calma, guarda un pasado tormentoso.

Bibiana estando allí, empezó a imaginar, que de alguna manera contaría la historia de su padre, que era la historia de su familia y empezó a grabar vídeos de aquel viaje, relatos del padre, de los sitios que visitaban, haciendo una crónica de aquella travesía, sin tener muy claro que utilidad tendrían esas grabaciones, pero teniendo la certeza que los utilizaría pronto.





Pero en aquel momento, el proyecto, era sólo una idea en la cabeza, casi una locura, que se puedo cristalizar, gracias al Post 40, Concurso de Proyectos Espectaculares, dirigido a autores y directores, mayores a 40 años. Iniciativa de Rubén Sabadini, el director y responsable del Teatro Vera Vera, innovando con la iniciativa,  ya que la mayoría de concursos aplican para jóvenes dramaturgos, pero aquí la intención de Rubén, era darle oportunidades a autores de más edad. Un jurado de notables, eligiría dos obras ganadoras, una para autores de operas primas y otra para autores con varias obras. El premio, consistía en un modesta cifra de dinero, horas de ensayo y 8 funciones en el Vera Vera.
Este premio que para muchos puede parecer módico, para quienes están batallando en el off, sinmedios económicos, resulta un incentivo enorme.

Esta iniciativa tan loable, justo encuentra a Bibiana, con su idea loca o no tanto, en la mente y al enterarse del concurso, se pone en contacto con Luciano Olivera, amigo, director y con experiencia en medios audiovisuales, para ir plasmando esas ideas en un texto, naciendo entonces Salerno, obra que fue seleccionada como una de las ganadoras del concurso.

En esta pieza, más que nunca se juntan ficción y realidad, ya que Bibiana convoca para el proyecto a Chiara Borrini, su hija de 16 años, con quien hizo el viaje a Salerno. Sin experiencia como actrices, se animan a tirarse a la pileta y salir a contar esta historia, que es la de su vida.






Y los resultados son más que satisfactorios, madre e hija en la realidad, serán madre de hija en la ficción y hablarán de su padre / abuelo, el verdadero, al que fueron a visitar a Salerno.
 La falta de experiencia en el escenario de las protagonistas, se supera, con muchas horas de ensayo y una pasión para contar la historia que emociona.
Tanto que si no reveláramos, que las protagonistas, hacen su debut como actrices, no lo hubiéramos notado de ninguna manera, tan buena es su performance

La puesta es austera, despojada, un banco en el medio de la sala, un tocadiscos y una pantalla en el fondo, donde aparece la palabra Salerno y en la que se proyectan vídeos de aquel viaje y de algunas celebraciones familiares.

Las estrofas de Oh Sole Mío, nos acompañarán en el inicio de la pieza y también en el final, logrando momentos de mucha emoción. Párrafo especial, para destacar la hermosa voz de la jóven Chiara y lo lindo que canta.






No vamos a contar más, solo decir que Salerno es una obra distinta a las que vemos habitualmente,  una mezcla de teatro, documental y charla familiar, que cautiva por su originalidad y su ternura.

Celebramos la iniciativa de Rubén Sabadini, que sin ayudas estatales, propone un Concurso que permite que autores no tan jóvenes, tengan la oportunidad de mostrarse, como es el caso de Bibiana Ricciardi, que se anima a compartir con el publico, la historia de su familia y de sus orígenes.

Por eso, magia del teatro mediante, lo invitamos a que viaje sin escalas, de Villa Crespo a Salerno para deleitarse con esta querible historia de vida, donde ficción y realidad se funden, en este entrañable espectáculo.



Pensador Teatral.


miércoles, 25 de abril de 2018

El Violinista en el Tejado

Miércoles a Domingo en Teatro Astral ( Av. Corrientes 1639 )






Dramaturgia de Joseph Stein . Adaptación y Direccón de Gustavo Zajac.

Llega uno de los estrenos más esperados del año en nuestro teatro comercial, El Violinista en el Tejado, uno de los musicales con mayor historia, representado en todo el mundo y ganador de numerosos premios..

Un verdadero clásico, estrenado en Broadway en 1965, basado en una obra escrita en idish en el año 1894 por Sholem Aleijem, aclamada en el mundo entero, llega a la Argentina, por cuarta vez y en esta oportunidad con la producción de Julieta Kalik, que se dá el gusto de convocar para el protagónico de esta obra, al enorme Raúl Lavie.





Que decir del Negro Lavie, cantante y gran actor, un mito viviente de nuestro espectáculo, protagonista de musicales que quedaron en el recuerdo, como El Hombre de la Mancha, Zorba, El Griego y Gotan, entre otras obras, llega a El Violinista en el Tejado, una asignatura pendiente y un sueño que cumplir, con 80 años, un talento inagotable y una vigencia que conmueve.

Contemos brevemente, que la pieza, se desarrolla en el Año 1905, en la aldea judía de Anatevka situada en la Rusia zarista. Allí Tevye, un honrado lechero, interpretado magistralmente por Raúl Lavié y su esposa Golde ( Julia Calvo ) lideran una familia pobre, referente de aquella comunidad. Tienen cuatro hijas mujeres y quieren que se casen, respetando todos los ritos y costumbres, con hombres, que le permiten tener un venturoso porvenir.

La lucha de Tevye, será por mantener las tradiciones judías, que vienen de sus ancestros, debiendo luchar contra la modernidad, que pregonan los jóvenes y la modernidad, debiendo estar atento además , a las acciones de un gobierno zarista, que no mira con simpatía a ese grupo de judíos allí asentado.






La obra si bien esconde un profundo drama y muestra la persecución sufrida, se cuenta de manera amena, con muchos momentos graciosos y otros directamente festivos y alegres, como la memorable  escena del casamiento, que transmite toda la alegría, que tienen las fiestas judías. Mencionamos esa escena en particular, pero hay muchas que quedarán en las retinas de los espectadores

Uno de los grandes méritos de Gustavo Zajac, el director, que formó parte del equipo reunido para El Violinista en Broadway, es darle a este clásico, una pincelada de modernidad, que le permite funcionar de manera fluida en estos tiempos, algo que logra con esta muy buena adaptación, en donde confluyen de manera precisa, lo histórico, con lo actoral y lo musical.

Yendo a lo actoral, impresiona el gran elenco que se reunió, en mayoría de jóvenes actores, con un referente indiscutido como el Negro Lavié, que es sin dudas la figura convocante de la obra y responde de manera estupenda, al protagónico, con una interpretación fantástica y por momentos conmovedora. En nuestra opinión, junto a Juan Rodó, son los dos máximos referentes del musical en la Argentina y por eso verlo en escena, es darse un gran lujo.







Si bien Lavié, es quien acapara las miradas, son muchos los que se lucen a lo grande en la obra, arrancando con la versátil Julia Calvo, a quien el mismo protagonista, pensó como su compañera ideal, para el papel de su esposa Golde. Gran presencia escénica de Julia, con un vozarrón y un gracia que se disfruta enormemente.

Renglón seguido, mencionamos a quien para nosotros fue una de las grandes revelaciones, nos referimos a Sabrina Garciarena, como Tzeitel, su hija mayor, que debutando en el género musical, muestra sus condiciones y confirma que tiene mucho ángel. Nos gustó mucho su labor y muy auspicioso su debut en el género, que no le pesó para nada.

Nos encantó lo de Dan Breitman, como Motel, el humilde sastre que pide la mano de Tzeitel. Con su habitual histrionismo, tiene una composición de personaje logradísima y es sin dudas, uno de los más ovacionados por la platea, que festejó muchísimo cada una de sus intervenciones y nos sorprendió gratamente las partes cantadas.

Se nos hará larga la reseña, pero no podemos dejar de mencionar las tareas de Omar Calicchio, como el desairado carnicero Lazar Wolf, la gracia de Miguel Habdud como el Rabino, la belleza y versatilidad de una gran actriz, como Florencia Otero, aquí como Hodel, la 2da hija en edad, Patricio Arellano, es Perchik, el profesor, otro personaje entrañable, contrario a las ideas tradicionales.
German Tripel es Fyedka, al no ser judío, no es bien visto por la familia, para ser el prometido de Java, otra de las hijas de Tevye.





Párrafo especial para la gran Adriana Aizemberg, como la casamentera Yente, en otro personaje entrañable, también muy aplaudida por los espectadores.

Y nos faltó mencionar a Eluney Zalazar, gran promesa, que brilló en Jeckyll & Hide el año pasado, Andrea Lovera como Fruma / Shandel y Diego Bros como el alguacil. Hay además, un enlace de primera, que ejecuta bellísimas coreografías.

Injustamente quedaron nombre propios sin mencionar, pero se haría demasiado larga la reseña, lo fundamental es destacar la calidad del elenco reunido, para este exigente obra, que desafía desde lo actoral y obliga a los protagonistas a mostrar sus condiciones para el canto y para el baile, algo que consiguen con creces. El director consiguió, que la estrella de Raul Lavié, el gran protagonista de la noche, no eclipse al resto, ya que les permite a todos momentos de lucimiento.
La obra es larga, dura más de dos horas  y esto permite que todos los personajes, tengan un muy buen recorrido.





La puesta es de primer nivel y aquí mencionemos a Julieta Kalik, la productora general, ya que sin dudas, se nota el importante esfuerzo realizado, para montar una obra de semejante estructura y con tantos recursos puestos al servicio del espectáculo.

Excelente la Dirección Musical de Mateo Rodó, con una orquesta en vivo, que suena muy lindo y con un nivel de volúmen perfecto, sin superar nunca las voces de los actores, algo que lamentablemente, no siempre sucede en los musicales.

Otro ítem a destacar es el diseño escenográfico de Andrea Mercado, a la altura de esta gran producción, impecable el vestuario de Alfredo Miranda, que permite que el numeroso elenco, luzca su ropa de época y el diseño de luces de Gonzalo Córdova, que permite marcar los diferentes climas que tiene el desarrollo de la pieza.






No queremos extendernos más, El Violinista en el Tejado, es un clásico que mantiene su absoluta vigencia, en esta puesta de primer nivel que llega al Teatro Astral, con un Lavié para sacarse el sombrero, un elenco muy talentoso, que se entrega por completo  y la dirección inteligente de Gustavo Zajac, para amalgamar todo.

Al iniciar esta reseña, dijimos que esta obra, era uno de los estrenos mas esperados del año y sin dudas que valió la pena la espera, ya que será difícil encontrar en el año, una pieza que tenga el brillo y el despliegue que muestra El Violinista.

La ovación de píe que todo el público presente, le brinda a los protagonistas al final de la función, es un reconocimiento justo, por la inolvidable noche vivida. Felicitamos desde humilde sitio a todo el equipo de El Violinista en el Tejado !!!

Teatro argentino de calidad, que nos enorgullece. No se la pierdan !!!



Pensador Teatral.



martes, 24 de abril de 2018

No me Vuelvas a Hablar de Amor

Domingos 20 hs en Teatro La Tertulia ( Gallo 826 )






Dramaturgia y Dirección de Juan Washington Felice Astorga

Una propuesta interesante y jugada, la que nos ofrece No me Vuelvas a Hablar de Amor, autoria del dramaturgo Juan Washington Astorga, considerado por muchos, como discípulo del gran Norman Briski, que sin dudas le imprime su sello particular a esta pieza.

La obra como el título lo indica, nos hablara de amor, de los vínculos que se establecen en las parejas, pero poniendo foco, en aquellos aspectos dolorosos de la relación, repetición de situaciones violentas, que nos hace plantear, como puede ser que dos personas, que se llevan tan mal, que discuten tanto, que se pelean y hasta se engañan, pueden sostener una relación por años.

Y aquí vale el viejo dicho, cada pareja es un mundo, con códigos propios, donde acciones que para nosotros serían inaceptables o impensadas, en otras parejas, se toman como algo normal o permitido, por eso muchas veces se hacen complicado,  tratar de interpretar y opinar acerca del funcionamiento de otras parejas.






En este caso, las acciones se desarrollan en un futuro no precisado, donde la relación entre Carolina ( Sofia Padelletti ) y Alejandro ( Gastón Colucci ) está atravesando un momento de crisis, uno más, porque ya vivieron otros, pero este parece terminal. Están hastiados de la rutina, la relación es aburrida, sin sorpresas, todo es previsible y la moneda corriente son las discusiones, los reproches y las palabras hirientes para el otro. De amor queda poco y nada, o si queda algo, lo esconden muy bien.

En una noche de discusiones, que parecia como cualquier otra, Alejandro casi sin querer, menciona que tiene una amante, su esposa enfurece, lo quiere agredir, pero casi a modo de revancha,  al instante confiesa que ella también tiene amante, que él no era el único.

Y ese será el disparador de la obra. La duda invade a ambos integrantes de la pareja. Como serán sus amantes ?? Y casi en tono de broma, de juego, surge la propuesta alocada y si acordamos un asado en casa, invitando a los respectivos amantes. Suena loco ?? Claro que si. Pero en esta pareja, la cordura no parece ser una de sus pilares y entonces, lo que empieza como un juego, irá tomando caminos diversos e inesperados.






Para mantener el suspenso, contaremos hasta ahí, dejamos que el espectador cuando vea la obra, descubra que consecuencias traerá este juego morboso,  que tiene mucho de perversión.

Solo adelantar que la obra, presenta diálogos violentos, se habla mucho de sexo y los límites parecen siempre correrse un poco. Por momentos puede hacerse difícil seguir el hilo, porque hay un poco de locura en estos personajes, que muchas veces tienen salidas desconcertantes para el espectador, que seguirá muy atento, todo lo que ocurre en escena, tratando de que no se le escape nada.

Las actuaciones que presenta la obra, son muy destacadas, se reunió un elenco joven, que  compra la idea del director y vá a fondo con ella, sabiendo que por momentos deberán en caer en algunos excesos y exageraciones, que son los que el texto les pide.






Los protagonistas centrales de esta historia de amor y de dolor, son Gastón Colucci, como Alejandro, un marido a la defensiva, que soporta con estoicismo los embates y los ataques de Carolina ( Sofia Padelletti ), mujer explosiva y sensual. Ella misma dice sentirse una reina, demasiado para un esposo, al que denigra. Nos encantaron ambas interpretaciones, como dijimos un Gastón, más calmo y callado, que espera el momento, para tirar algún dardo hiriente, contrario a la bella Sofía que es un volcán en erupción, sanguinea y muy sexual, a la que nada parece detenerla.

Nos encantaron ambas interpretaciones, los dos llevan adelante muy bien sus protagónicos en papeles que no son sencillos y si bien ambos se lucen mucho, creemos que Sofia Padelletti, tal vez por la estridencia de su personaje, es quien con su tono alto y su gran presencia escénica se lleva las mayores miradas, tanto de la platea femenina, como masculina.

Pero no estarán solos en escena, ya que falta presentar a los amantes, invitados a esta particular velada,  Vivi Marcovich, es la atractiva Adriana, que se confiesa como multiorgásmica y con mucha vida espiritual.
Alejandro Babouian, es Ramiro, el amante de Carolina, con un look entre lo intelectual y extravagante, muy cinéfilo, completan el cuarteto. Ambos le aportan una pizca de locura adicional a la pieza y se complementan muy bien con la pareja protagónica.
Un elenco joven, que logra destacarse y estar en la misma sintonia, en un texto que como mencionamos antes, no es sencillo.






La puesta es original y tiene un tinte futurista, con muebles transparentes y una moderna iluminación que logra muy buenos climas. Otro ítem a destacar, es el diseño de vestuario de Emme Vazquez, que tiene mucho personalidad, dotando de sensualidad a las mujeres y glamour a los hombres, con un dominio del plateado y del negro. En síntesis es lograda la puesta del director y acorde con la modernidad de la pieza.

En definitiva, No me Vuelvas a Hablar de Amor, es una historia de amor intensa, potente y alejada de la dulzura habitual que tienen las piezas con esta temática.. Aquí la frase más que el amor, parece los une el espanto, encaja más que nunca, en una obra fuerte, provocadora y que invita al espectador a reflexionar y pensar en la toxicidad de algunas relaciones amorosas y el esfuerzo que muchas veces hacen los integrantes de la pareja,  para torcer un destino que parece marcado.

El aplauso que reciben los jóvenes actores al final de la función, es un justo premio a la entrega y a las muy buenas interpretaciones que nos regalaron, en esta historia de amor, para nada convencional, que se atreve a arriesgar desde la dramaturgia y desde la puesta, y eso es algo que nosotros  siempre celebramos.




Pensador Teatral.


domingo, 22 de abril de 2018

Buscando a Madonna

Jueves 20 30 hs en Teatro Regina ( Av.Santa Fé 1235 )






Libro de Enrique Medina, Adaptación y Dirección de Emilia Mazer.

La obra es una adaptación de la misma Emilia, de la novela de Enrique Medina. Unipersonal estrenado en 1994 en Paseo La Plaza, recorrió nuestro país y tuvo muy buena repercusión en España.
El texto ha ido variando, para aggionarse a estos tiempos y vuelve ahora a la cartelera porteña en el renovado Teatro Regina.

Emilia, se pone en la piel de Lucy, una adolescente de 16 años, proveniente de una familia marginal y con muchas problemas. Se gana la vida repartiendo estampitas en el colectivo, no tuvo una infancia feliz y se acostumbró a vivir por las suyas, siendo la calle su hogar y su escuela.






Su vida estuvo signada por la violencia y los abusos, los momentos duros y tristes, fueron siempre una constante, por eso no es de extrañar, que la idea del suicidio, pasó varias veces por su mente.
Allí entre el desamparo y el olvido, es cuando Lucy comienza a idolatrar a Madonna, una mujer fuerte y famosa, que con sus canciones, supo hacer pie, en ese mundo violento, en que las mujeres siempre llevan la peor parte.

Su sueño es ser como ella, una figura del pop, conocida en todo el mundo, recibida por las celebridades del mundo, por reyes, por presidentes y hasta por el Papa Francisco. Sus canciones, son su vía de escape, Su sueño es parecerse a ella, vestirse como la diva, tener su poder y ser deseada y amada por el público, una vida diametralmente opuesta, a la  triste realidad que le toca vivir.

La obra tiene un ritmo de comedia, pero en verdad es un drama profundo, ya que refleja, lo duro que es la vida para esta adolescente, que debe sobrevivir en soledad, en un país tan hostil como Argentina, ya que la obra hace referencia a los últimos años del país, que lamentablemente, no fueron buenos y donde las condiciones de vida, bajaron notablemente.






Es hora de hablar ya de la actuación de Emilia Mazer, que es realmente admirable, una actriz con enorme recorrido en la televisión, cine y teatro, que en la madurez de su carrera, toma riesgos y asume un gran desafio, con este unipersonal, que le demanda una entrega absoluta desde lo actoral y desde lo físico, resolviendo ambos retos, con la experiencia que le dan tantos años de profesión, su enorme talento y una pasión, que llega al corazón del espectador.

La composición asombra, su Lucy tiene un aspecto reo, en su tono de voz, en su forma de caminar , etc, que mantiene en todo el desarrollo de la obra, permitiéndose un interesante ida y vuelta con el público, al que hace partícipe del show, respondiendo algunas preguntas que formula esta adolescente irreverente que es Lucy.

Como la misma Emilia aclara, no imita a Madonna, la que aparece en escena no es la diva, sino esa adolescente que quiere parecerse a la diva, con momentos que quedan en la memoria, como cuando aparece Evita, con sus discursos encendidos, hablando a sus amados descamisados y pidiendo que la Argentina no llore por ella.






La puesta, tiene varios aspectos a destacar, un escenario, dominado por un maniquí de Madonna, un potente diseño de luces de Marcelo López Carilo que resaltamos, muy buen aporte musical y un vestuario teenager, que permite ver a Emilia, como una adolescente, por su ropa y por su energía, ya que como dijimos antes, su entrega física es enorme y sin dudas, debió entrenar para representar la obra.

En definitiva, una comedia dramática profunda, que refleja la vida de muchas personas anónimas, que sin posibilidades, ni oportunidades, viven como pueden, ante la indiferencia de los además y se aferran a lo que tiene a su alcance, y vuelcan su pasión, en las pocas cosas que pueden darle alegrías, en el caso de Lucy, ser fan de la diva del pop.

El aplauso sostenido y emocionado de los espectadores al término de la función, premian a Emilia Mazer, por su excelente interpretación y por su entrega.



Pensador Teatral.


sábado, 21 de abril de 2018

Cosa de Minas

Miércoles 20 30 hs en Teatro Liceo Comedy ( Av.Rivadavia 1495 )





Producción : Dalia Gutman y Ale Bavera.

Nuestra primera visita al flamante Liceo Comedy, no podía haber sido mejor, ya que Cosas de Minas, es una obra con mucha historia el el mundo del stand up y la comedia.

El Teatro Liceo, el más antiguo de Buenos Aires, con más un siglo de vida, desde Marzo de este año, ha cambiado su nombre, por el Liceo Comedy y será la primera sala en Argentina, dedicada al stand up y la comedia, siendo una gran idea tener un teatro, que aglutine lo mejor del género y donde los espectadores sepan que todos los días, habrá en la programación un espectáculo para reír.






Emprendimiento de Lino Patalano y Gustavo Yankelevich, dos grandes empresarios del medio, que hacen una apuesta muy valiosa, en un momento del país, en que pocos se animan a invertir. Comediantes nacionales e internacionales, se presentarán en este teatro con tanta historia, que tiene a dos padrinos de lujo, nos referimos a Sebastián Wanraich y Dalia Gutman, pavada de humoristas, precursores del stand up en nuestro país ambos con mucho público que los sigue.

Precisamente Dalia, nos convoca en esta reseña, con Cosa de Minas, su unipersonal, que ya es marca registrada. Estrenado en 2011, arrancando en sala pequeñas, viajando a  ciudades del interior, fue creciendo en forma continua, llegando al Maipo el año pasado con enorme suceso y siendo este año uno de los buques insignias en el lanzamiento, Liceo Comedy, transitando su 7mo año en cartel, con un texto que se renueva en forma permanente.

Nos impresionó la enorme convocatoria que tiene Dalia, una legión de mujeres de todas las edades, casi cortando la calle, antes de la función. En su mayoría, son amigas, de todas las edades, que acuden al teatro, en una especie de ritual, como asistiendo a una fiesta, muy divertida y casi exclusiva para mujeres, que se predisponen con la mejor de las ondas para reírse de las cosas que contará Dalia, con las que sin dudas se identifican.






Seamos claros, el 95 % del publico son mujeres, los hombres son minoría absoluta, por eso para quien escribe estas líneas fue una experiencia interesante, infiltrarse en ese universo femenino y enterarse de algunos de los secretos mejor guardados.

Dalia, en forma muy inteligente, integra a esos hombres presentes, se dirige a alguno de ellos y les habla, lo que establece una muy buena dinámica y un rico intercambio. Una aclaración importante, es que en ningún momento Dalia, se burla de los hombres, no los ridiculiza, ni mucho menos los ataca, todas alternativas tentadoras, por la diferencia de cantidades en la sala. Pero no, la protagonista, los trata con mucho respeto, establece las diferencias entre los géneros, pero siempre con mucha altura y haciendo sentir muy cómodos a los hombres de la sala, esto hay que remarcarlo.

Pero vayamos al 95 %, como dijimos antes Dalia, con muchas frescura y naturalidad, habla de lo que les pasa a las mujeres, en su vida diaria, sus miedos, angustias, los problemas de autoestima, la necesidad eterna, de verse flacas, etc, etc.  Siempre con una sonrisa y riéndose en primer lugar de ella misma y logrando una identificación absoluta, con una platea, que reconoce y hace suya, cada experiencia que relata la protagonista.







Digamos ya, que a Dalia se la vé muy feliz en el escenario, radiante, disfrutando de su gran momento, de esa sala repleta e interactuando permanentemente con el público y siendo muy auténtica, algo que las mujeres valoran mucho, ya que la vén como una de ellas, como alguien normal y no como esas modelos, eternamente flacas, que van al gimnasio todos los días, para tener esas figuras de diosas infartantes, a la que obvio les, tienen un poquito de envidia.

La puesta que presenta el show, es muy destacada, un diseño lumínico muy moderno, un vestuario destacado y muy buenos recursos tecnológico al servicio del show, como esa pantalla gigante de fondo en el escenario, donde se proyectan algunas imágenes y aparece algunos textos, que acompañarán el discurso de Dalia.

Otro aspecto a destacar, es el componente musical que tiene la obra, en manos de Emiliano Benjamín y Daniel Pragier que jerarquiza el espectáculo. Y hablando de música, hay un cantante invitado sorpresa, que no vamos a relevar, pero adelantamos, arrancará los aullidos de una platea femenina, que se rinde a sus pies.






El espectáculo tiene mucho ritmo, Dalia tiene talento y mucho manejo del escenario. Como dijimos, se la nota muy cómoda en escena, disfrutando la función y transmitiendo su alegria, a un público que le muestra su cariño a cada momento.

En definitiva, una salida ideal, para amigas, que quieren compartir un momento divertido y que aquí encuentran ese espacio, un texto muy entretenido y actual, una radiografía sobre el mundo de las mujeres, que las hará reír mucho, de la mano de una Dalia Gutman, superlativa, que compartirá sus experiencias y su gran histrionismo.

Solo queda invitarlos a esta fiesta que sé vive en cada función de Cosa de Minas, un espejo gigante y divertido, donde las mujeres seguramente se verán reflejadas, con una enorme sonrisa.




Pensador Teatral.



miércoles, 18 de abril de 2018

Yo, Encarnación Ezcurra

Domingos 18 hs en Teatro del Pueblo ( Av. Roque Saenz Peña 943 )






Dramaturgia de Cristina Escofet y Dirección de Andrés Bazzalo.

La historia muchas veces, tiene figuras que decide dejar en el olvido y dar poco testimonio de sus vidas. Sin dudas este es el caso de Encarnación Ezcurra, la esposa de Juan Manuel de Rosas, el Restaurador de Leyes, uno de los gobernadores con mayor consenso en la historia de la Provincia de Buenos Aires, caudillo para algunos, tirano para otros, pero sin dudas unas de las figuras políticas más importantes y controversiales, que tuvo el país, en la primera mitad del Siglo XIX

Pero aquí no hablaremos de Rosas, sino de su esposa, de Encarnación o la Negra Toribia, con la llamaban despectivamente sus detractores por su fealdad y su sangre mestiza.
Inteligente y conocedora de la política, para muchos fue el sostén de Rosas, en muchas de sus ideas y decisiones cruciales de gobierno, un verdadero poder en las sombras.






De carácter fuerte, indomable, orgullosa de sus orígenes indios, del candombe y de ser querida por el pueblo, por la paisanada, que siempre la respetó y admiró. Amante de la política, siempre atenta a las conspiraciones y a los traidores que acechaban a su esposo, Encarnación siempre veló por cuidar la espalda de Rosas, de los traidores de bando ajeno y propio que lo acechaban.

El guión de Escofet, echa luz, sobre una figura muy interesante de nuestra historia, en una época donde muy pocas mujeres, lograban tener alguna influencia política, sin dudas una adelantada para la época,

Hecha la introducción a la figura de Encarnación Ezcurra, mencionemos ya que este unipersonal, tiene una interprete de lujo, Lorena Vega, que realmente brilla en el escenario y compone el personaje con maestría.

La presencia escénica de Lorena es imponente, se la nota segura y disfrutando del papel que representa, con una pasión y una entrega que conmueven. Su voz, sus movimientos, sus diferentes estados emocionales, todo es llevado de manera perfecta en su representación, dando a su relato una cadencia muy difícil de lograr.






Vemos muchos unipersonales en cartelera, pero esta interpretación de Lorena, es superlativa, con un grado de excelencia, que hay que destacar. No extraña entonces, los premios recibidos por la protagonista, el año pasado, gracias a este papel, entre ellos el Premio ACE a la Mejor Actriz y sin dudas seguirá acumulando muchas distinciones más, porque su actuación, no es algo que se vé todos los días, es una verdadera clase magistral de actuación, que cualquier estudiante de teatro debería aprovechar.

A la tremenda intepretación de Lorena, debemos sumar, una bella puesta minimalista propuesta por el director Andrés Bazzalo, con un espejo y un sillón que se destacan, aprovechando al máximo, el grado de cercanía que permite esta sala subterránea del Teatro del Pueblo, donde el actor está cara a cara, con los espectadores, algo que se disfruta en las obras normales, imaginen como se disfruta aquí, cuando tenemos una interpretación de este calibre.

Hay varios iíems para destacar en la puesta, ya que si bien la obra es un unipersonal, Lorena no está sola en escena, ya que la acompañan músicos en vivo que se lucen mucho y le agregan mucho valor a la pieza, nos referimos a Agustín Flores Muñoz, Martín Miconi y Malena Zuelgaray, aportando hermosas melodías con sus instrumentos, con sus bellas voces y también con los efectos especiales y sonidos de fondo, que condimentan el florido relato de la protagonista.






Sin dudas que Yo, Encarnación Ezcurra, es una de esos espectáculos teatrales que de ninguna manera podemos dejar pasar. Un guión interesante, que redescubre a una mujer olvidada de nuestra historia, una dirección precisa que crea el ambiente ideal para que la talentosa Lorena Vega, nos deslumbre, con una interpretación fantástica. Los espectadores que ya vieron ya la obra, certificarán que nuestros elogios para la protagonista, son merecidos y para exagerados y aquellos que aún no vieron la obra, no dudamos que cuando la vean, coincidirán en forma unánime con nuestra opinión.

La obra transita sus segunda temporada de suceso, todas sus funciones son a sala llena, con un público que sigue el desarrollo con una atención y un silencio sepulcral, no queriendo perder ningún detalle, disfrutando cada momento. El emocionado y prolongado aplauso que recibe la protagonista al final de la función, certifican la satisfacción de los espectadores y coronan la gran velada de teatro vivida.

Nuestra máxima calificación para Yo, Encarnación Ezcurra, teatro independiente de calidad, que nos enorgullece..



Pensador Teatral.



martes, 17 de abril de 2018

El Centésimo Mono

Sábados 20 hs en La Carpinteria ( Jean Jaures 538 )







Dramaturgia y Dirección de Osqui Guzmán.

Una propuesta muy original la que nos trae presenta El Centésimo Mono, un espectáculo donde magia y teatro se congenian para ofrecer al espectador una comedia, donde las ilusiones las risas y las emociones, estarán presentes toda la noche y donde la vida y la muerte se cruzarán en muchos instantes.

La obra tiene una trayectoria inusualmente extensa, ya que cumple su 8va temporada en cartel, desde su estreno allá en 2011, con un elenco conformado por Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua, que siete años después, son los mismos que en aquel comienzo, siguen saliendo a escena para deleitar a los espectadores.





Como mencionamos, es muy extraño y son contados los casos, en que una obra del off, logra mantenerse tanto en el tiempo. Cuando esto sucede, sin dudas la pieza tiene algún secreto o fórmula, que se vá transmitiendo boca a boca de los espectadores, provocando que la sala esté llena en cada función. Y en búsqueda de conocer ese secreto y con mucha expectativa, partimos rumbo al Abasto, para ver El Centésimo Mono, dirigida por el talentoso y querido Osqui Guzmán.

Digamos rápido y sin suspensos, que el secreto, es el enorme trabajo que hay detrás del espectáculo, una puesta donde todo funciona a la perfección, como una pieza de relojería, las iluminación, la música y un texto muy atractivo que se luce mucho, gracias a las extraordinarias interpretaciones de los tres protagonistas. Trabajo y talento son las palabras claves para entender el éxito de la obra.

Al inicio del espectáculo, un mago que oficiará de presentador nos informa, que en esta noche especial, la magia y la muerte se harán presentes. Y que tienen en común, la magia y la muerte, el mismo mago lo aclara, que al ser desconocidas y misteriosas ambas, son temidas por la gente.





Se cuenta que en esa noche, tres magos que no se conocen, ni pueden verse, ni pueden tocarse, serán sometidos en diferentes lugares a una operación y para la misma recibirán anestesia total. En este estado de inconsciencia, podremos entrar en sus mentes y observar que sueños allí se guardan, accediendo a un mundo onírico y profundamente poético,

No vamos a contar más del argumento, lo mejor es dejar que el espectador se deje llevar y emprenda el viaje que le proponen estos tres deliciosos personajes, que a lo largo de la noche, lo sorprenderán y mucho con sus trucos o ilusiones como ellos mismos se encargan de remarcar. Nos harán reír con sus ocurrencias y sus números, y nos harán emocionar ya que veremos a trasluz sus sentimientos.

Sorprendente y rica propuesta, que une dos disciplinas como la magia y el teatro, algo imposible de lograr, salvo que se reúnan para el convite, protagonistas que manejen ambas artes, algo que aquí se consigue, ya que tanto Pablo Kusnetzoff, Marcelo Goobar y Emanuel Zaldua, cumplen con esa doble función a la perfección y tan bien lo ejecutan,  que es difícil determinar si son mejores magos o actores, una se apuraría a destacarlos como actores, por la forma en que llevan adelante la historia, pero las ilusiones que veremos a lo largo de la noche, son muy logradas, con que la elección no es sencilla, dejaremos que usted espectador, cuando vea la obra, vea si puede elegir alguna de las facetas.





Los tres protagonistas, se lucen muchísimo y tienen un histrionismo que sorprende. Emanuel Zaldua, con su aire chaplinesco, es quien guía al espectador en el comienzo de la obra y uno de los que más risas consigue. Pablo Kusnetzoff, es quien tiene mayor pinta de mago, de aire serio y concentrado, sorprende con su ilusionismo y una voz magnífica  de locutor que impresiona. Marcelo Goobar, resulta el más descontracturado, siempre en movimiento y también muy gracioso.

Mencionamos alguna línea de cada protagonista de manera caprichosa, porque los tres están fantásticos, como magos y como actores, con mucha gracia los tres y logrando imprimir un ritmo vertiginoso a la obra, que en todo momento entretiene a los espectadores.

El Centésimo Mono, tiene mucho de poesía y de encanto, a quien escribe estas lineas, lo hizo rememorar épocas de la infancia, en que la figura de los magos, era imponente y todos queríamos que alguno de nuestros cumpleaños, sea animado por un gran mago con varita y galera.






La puesta que logra Osky Guzman, impacta por su potencia y por tener todos los detalles cuidados, hay una coordinación absoluta entre los tres protagonistas, sus movimientos parecen cronometrados.
Y hay varios ítems para destacar, un destacado diseño lumínico de Adrián Cintioli, el creativo diseño escenográfico y colorido vestuario de Gabriela Fernández y la música de Tomás Rodríguez. A lo largo de la pieza, todos estos componentes se destacan y contribuyen, a enriquecer una puesta de lujo.

En definitiva, entendimos perfectamente porque El Centésimo Mono, se convirtió en un clásico del off, llevando tantos años en cartel, reuniendo un texto lleno de poesía, en un espectáculo en el que magia y teatro se combinan de manera soberbia, gracias a los tres protagonistas fascinantes que vemos en el escenario y a un equipo que les crea el clima propicio, desde el fuera de escena.

Recomendamos mucho la obra, para aquellos que ya la vieron hace años y mucho mas, para quienes aún no la vieron, les aseguramos que vivirán una noche donde la magia y las emociones, estarán de fiesta.



Pensador Teatral.