lunes, 6 de febrero de 2017

Confesiones de Mujeres de 30.

Jueves a Sabado a las 22 30 hs en Teatro Picadero.




Obra escrita por Domingos de Oliveira y dirigida por Lia Jenin.

Confesiones de Mujeres de 30, fue estrenada en 1994 en Buenos Aires, con gran éxito. En aquella primera versión las actrices fueron Alejandra Flechner, Virginia Innocenti y Andrea Politti. Hubo nuevas versiones que fueron protagonizadas por Carolina Peleretti, Alejandra Majluf, Jorgelina Aruzzi y Florencia Peña, por mencionar sólo a algunas de las protagonistas. En todas las versiones estuvo como directora la consagrada Lía Jelín ( que con Toc-Toc sigue marcando records como la obra más taquillera de los últimos años )

Pasados 20 años de su estreno, la obra vuelve adaptada por Verónica Lorca y Florencia Alcorta, dos jovenes guionistas con presencia en el mundo del stand up. Indudablemente sus aportes, además de sumar nuevos actos, le dán un aggiornamiento necesario a la obra, en sintonía con los nuevos tiempos que se viven y aparecen en la obra,  referencias a las redes sociales ( Twitter, Facebook, etc ) y  al uso del Whatsapp por mencionar algunos de los elementos tecnológicos que aparecieron en estos años y entre otros tópicos, los cambios que tuvieron las mujeres respecto de la sexualidad, donde el diálogo es más abierto y algunas de ellas, cuenta que en su cartera, lleva un anillo vibrador, como algo transgresor, cuando antes, lo era llevar preservativos o poder hablar con naturalidad del lesbianismo como una relación de pareja normal.




La obra tiene un ritmo vertiginoso, en el teatro se vive un clima de fiesta, al sentarse en las butacas, ya se oye a buen volúmen, una música de fondo tipo boliche. El público, está compuesto en su mayoría por mujeres que están transitando los 30 años ( había un grupo celebrando una despedida de solteros ) , pero también hay  muchas parejas y grupos de amigas más grandes por supuesto.
Van con la idea de divertirse y reírse con situaciones con las que se identifican plenamente.

Y el efecto se logra, gracias a las protagonistas que se brindan por completo durante el espectáculo, que tiene una estructura, muy interesante, ya que no se vén sólo los típicos monólogos del stund up,  hay muchas situaciones de diálogos, intercatúan mucho entre ellas y con el público, que es cómplice en todo momento de estas mujeres.

Si bien las actuaciones son muy parejas y cada uno de las chicas se destaca en algo particular, creo que la presencia más fuerte es la de Sofía Gala, que se luce muchísimo con un histrionismo que debemos resaltar, tomando con mucho humor, su peregrinar por los distintos psicólogos, sus fallidas relaciones amorosas de todo tipo, sus adicciones y obviamente le dedica más de un párrafo a su particular relación con su madre Moria, que el público obviamente festeja mucho estos momentos. Se luce muchisimo Sofía, su tono de voz enérgico, su caras, sus gestos y demostrando que en sus genes indudablemente la actuación está presente y que tiene talento y condiciones propias para hacer carrera.
Luego mencionemos a Julieta Cayetina, la bella del grupo, dueña de una simpatía y una sensualidad, que explota de gran manera aquí. Como actriz habíamos visto el crecimiento de Cayetina, el año pasado en Ser Ellas componiendo magnifiacmente el personaje de Frida Kahlo. Aquí, es  ella misma, se la nota muy cómoda y fresca, en su mezcla de chica linda e ingenua a la vez, nos gustó mucho su personaje y provocó muchas risas en las mujeres y suspiros en los hombres presentes.
Para el final queda Tamara Pettinato, la que menos experiencia tenía en teatro y resuelve de manera satisfactoria la exigencia del papel, comentando también sus experiencias fallidas con los hombres, situaciones graciosas de soledad y se luce mucho cuando tomando el micrófono, se mete entre los espectadores para hacer algunas preguntas, improvisa y resuelve muy bien la situación y generdo uno de los momentos más graciosos de la noche.





Sin dudas, se nota que las chicas se llevan bien entre ellas, son amigas fuera del esnenario y esto le dá un plus a la obra, ya que se las nota muy a gusto y se divierten en el escenario.

En conclusión, Confesiones de Mujeres de 30, confirma la vigencia y efectividad de su formato y llega al Picadero, un teatro moderno, del que se vé bien desde cualquier ubicación, con una versión aggiornada a estos tiempos, con un humor ácido y donde una nueva generación de mujeres, expone sus vivencias, sus alegrías y frustraciones, en sintonía con estos tiempos modernos.

Un elenco telentoso y muy bien conducido por una directora de la experiencia de Lía permiten explotar el guión y darle una muy buen dinámica a la obra y logra el doble objetivo que tiene la obra, que el público se sienta identificado con las historias representadas y que además se ría mucho, ambos objetivos se cumplen y esto explica, por que el Picadero se llena, cada noche que estas chicas exitosas de 30, salen a escena a confesarse.


Pensador Teatral.

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