viernes, 16 de febrero de 2024

Sueño Raffaella

Dramaturgia de Guillermo Farisco. Dirección de Silvia Silva.






Viernes 20 30 hs en Belisario Club de Cultura ( Av. Corrientes 1624 )

Una propuesta fuerte llega de la mano de Sueño Raffaella, una obra que en su comienzo arranca como una comedia divertida y algo disparatada, pero que a medida que la trama avanza dejará al descubierto una historia muy dura, que nos habla de los miedos y de los traumas que pueden acompañarnos muchos años de nuestra vida, condicionando todo lo que vendrá después.

Pero vayamos despacio y arranquemos con la historia de Lidia ( María Fernanda Francucci ) , una ama de casa que se siente agobiada por su vida rutinaria y con escasos atractivos. Su alegría más grande, es esperar los Domingos a la noche y ver el programa de la gran Raffaella Carrá, la famosa cantante y actriz italiana, que en la década del 90, momento en que se desarrolla la obra, era una figura que trascendía las fronteras italianas, llegando con sus canciones a la Argentina y a todo el mundo.






Lidia buscaba en Raffaella, la alegría que su vida no le daba y más aún, tenía un deseo tan secreto como improbable, participar en el concurso que el programa de la diva italiana organizaba, cuyo premio era viajar a Roma, para participar del show televisivo. Para lograr aquella quimera, debía enviar un video desde Argentina a la producción del programa y si resultaba elegida entre participantes de todo el  mundo que enviaban su video. En caso de ser seleccionado, tendría la dicha de participar del mítico programa y conocer a la gran Raffaella Carrá.

Pero eran varios los problemas a resolver, en primer lugar tenía que ensayar las canciones y los bailes de la cantante, para poder grabar un video que tuviera alguna chance de ser elegido por la producción del programa. Eso ya era todo un desafío para un ama de casa como ella. Pero había un problema mayor, que era conseguir el dinero, para poder pagarse un pasaje de avión a Italia y la estadía en algún hotel en tierras romanas. Ella no tenía dinero ahorrado y tampoco su marido, al que ni siquiera le había podido contar su idea, por miedo a la reacción que podía tener.

Pero las ganas de Lidia eran muchas y ese era su motor,  para la parte de las canciones y el baile, decidió recurrir a Idila ( Diamela Viani )  una vecina y amiga del barrio, que en sus tiempos mozos, había sido muy buena bailarina. Pese a la sorpresa inicial por la idea, enseguida se ofreció a colaborar, porque sabía que era el gran sueño de su amiga. Pero para el tema del dinero, la cuestión no iba a resultar tan sencilla, ya que había que encontrar una persona que pudiera ayudarla a cumplir con su ilusión y en su círculo de amistades no abundaban personas adineradas y sacar un préstamo sin garantías no era la mejor alternativa.





Y luego de dar muchas vueltas, llegó a la conclusión que su cuñada Dilia ( Gaby Barrios ) que tenía un buena posición económica, era la persona indicada para  ayudarla. El gran problema era que hace años no se veían, ya que por algún misterioso motivo, Dilia estaba distanciada de su hermano  De todos modos, tomó coraje y la invitó a su casa. Su cuñada intrigada por el motivo de aquella llamada, concurrió una mañana, sabiendo que su hermano no estaría.

Las tres mujeres se encontraron en casa de Lidia. Se respiraba un ambiente de tensión y cierta desconfianza. Dilia se mostraba distante y enojada con la situación. El motivo de aquel distanciamiento era un misterio, pero de a poco, el pasado iría emergiendo, recuerdos que parecían sepultados bajo tierra luchan por salir a la superficie y de a poco, la dura y dolorosa verdad quedará al descubierto. Y hasta allí vamos a contar, para saber que secreto familiar se guardaba bajo siete llaves y porque la cuñada estaba tan enojada, deberán ver la obra.

Nos gustaron mucho las actuaciones que presenta la pieza. Las tres actrices cumplen muy bien sus papeles, mostrando muy buena química entre ellas. Arranquemos por María Fernanda Francucci, la protagonista de la historia, quien tiene el sueño de viajar a Italia y conocer a Raffaella Carrá, debiendo luchar para ello contra sus miedos propios y el entorno que no le permite siquiera soñar con ello. Muy buena composición la de María Fernanda, sensible y luciéndose mucho cuando imitaba a la diva italiana.





En la función que vimos nosotros, el papel de la vecina estuvo a cargo de Diamela Viani, histriónica y con mucho carisma, logra aportar frescura a la trama y destacando en las partes en las que baila. Siempre con una sonrisa Diamela, pese a que la obra por momentos transita momentos escabrosos. Y para el final, nos queda Gaby Barrios, una actriz a la que elogiamos por anteriores trabajos en este sitio, que realiza un soberbio trabajo aquí, dando vida a una cuñada aguerrida, que muestra su enojo y bronca contenida, por una situación vivida en el pasado que sin dudas la marcó. Gaby es una actriz versátil y aquí en un personaje que no resulta sencillo, muestra sus múltiples recursos actorales, para redondear a nuestro entender la mejor actuación de la noche.

La puesta de Silvia Silva, resulta muy atractiva y tiene muchos puntos para resaltar. En primer lugar, destacar el componente musical que tiene la obra, recreando algunas de las mejores canciones de Raffaella. Sigamos por el vestuario que tiene la obra, con destaque especial en la escena final, mérito aquí de Gabriela Venturini y por último destacar el diseño escenográfico de Bett Tettamanzi, que luce el generoso espacio escénico del Belisario.






Bueno y hasta aquí vamos a contar, como mencionamos en el comienzo la obra, arranca de una manera y en un momento tiene un giro inesperado que parece cambiar todo. Dimos alguna pista, pero no tantas para mantener el suspenso. Hay un muy buen tratamiento del rol de la mujer en la sociedad, marcando como muchas veces por aceptar los mandatos sociales, posterga sus deseos. La trama conjuga en buena forma momentos divertidos y desopilantes, con momentos densos, por lo que el espectador deberá estar muy atento a todo lo ocurre en escena.

Pasamos un muy buen momento teatral viendo Sueño Raffaella, que arrancó de muy buena forma, su segunda temporada en el Belisario, de la mano de un texto intenso, una puesta atractiva y muy buenas actuaciones del elenco reunido. Estamos ante una muy buena oportunidad, para recordar las mejores canciones de Raffaella Carrá y también para reflexionar acerca de como los miedos y las frustraciones pueden dominar y paralizar nuestras vidas. El mensaje positivo es que siempre estamos en condiciones de cambiar el presente y correr en busca de nuestros sueños, dejando atrás aquellos fantasmas que a todos nos persiguen.



Pensador Teatral.


lunes, 12 de febrero de 2024

Fragmentos Mansfield

Dramaturgia: Sergio Catallini, Miguel Wahren y Milagros Almeida. 

Idea, Dirección y Puesta en Escena: Miguel Wahren. 





Una distinguida propuesta teatral llega de la mano de Fragmentos Mansfield, obra que propone reconstruir retazos de la intensa y sufrida vida de la escritora Katherine Mansfield, nacida en Nueva Zelanda y formada de adolescente en Inglaterra, donde descubrió su pasión por la escritura, siendo reconocida como una de las figuras más relevantes del modernismo literario.

Considerada entre las mejores cuentistas del Siglo XX, fue una escritora de sensibilidad exquisita, que amó la vida y busco ser poseída por la pasión. Maestra del detalle y de capturar instantes de la vida, se casó con un crítico inglés llamado Jack Middleton, con quien vivió un amor tormentoso, marcado por las peleas y las separaciones. Aunque se comenta que fue Ida Baker, su confidente y amante, la mujer con la que transitó sus momentos de amor más profundo.





La vida de Katherine fue intensa e intrigante, pese a que fue muy corta, ya que murió de tuberculosis con tan solo 34 años de edad, luego de infructuosos tratamientos médicos, que la hicieron una habitué de los hospitales, en los que no paraba de escribir. Fue Miguel Wahren que decidió escribir una obra sobre Mansfield, allí se conectó con Milagros Almeida que conocía a la escritora y sabía que era la actriz indicada para llevar adelante el papel, más tarde se sumó al proyecto Sergio Catallini, estando ya conformado el triángulo virtuoso que dedicó muchos meses a estudiar la vida y el legado de Katherine, para finalmente llegar a una dramaturgia que condensa en una obra el universo biográfico y poético de la escritora.

El formato de la obra es un unipersonal y allí es donde entra en escena Milagros Almeida, una actriz muy versátil y talentosa, que abrazó con pasión el personaje de Mansfield, logrando una composición fenomenal, colmada de magia y sensibilidad. La presencia de Milagros en el amplio espacio escénico del Callejón es magnética, cuesta quitar los ojos de ella, mientras recorre el escenario. El público en silencio captura cada uno de sus movimientos y palabras, disfrutando de una interpretación completa por donde se la mira.





Milagros además de ser una gran actriz, es cantante y a lo largo de la obra, nos regalará hermosos momentos musicales, cantando algunos temas en inglés, algo que cuadra con la vida de Mansfield que estudió música y tocaba el violoncelo. Pero además la protagonista, bailará en escena, trazando logrando coreografías. Además desplegará divertidos pasos de clown, que parecen remontarse a alguna película muda de Chaplin y siempre jugará mucho con su cuerpo, logrando hablar no solo con la palabra, dando gala de una gran expresividad.

Una composición exquisita la de Milagros, que tenía un desafío enorme aquí, ya que este era su primer unipersonal y debía debutar con un papel complejo que requiere muchos recursos actorales. Y realmente superó con creces el desafío, logrando una interpretación fenomenal que logra cautivar al público y absorber toda la sensibilidad del personaje que representa. Consagratorio trabajo de Milagros Almeida.

Tenemos un personaje muy rico, una composición estupenda y a ello debemos sumar una puesta con una belleza estética superlativa. Hay un aprovechamiento integral del escenario de Espacio Callejón, con numerosos objetos que la protagonista usará en su representación. Destacamos especialmente el excelente diseño de luces que presenta la obra, mérito aquí de Sergio Iriarte, con un ambiente de penumbra y oscuridad que recrea el clima ideal que pide el texto. La música como dijimos tiene un sitial destacado en la obra y párrafo especial para las coreografías de Ana Gurbanov. Gran mérito de Miguel Wahren, en la dirección, amalgamando múltiples recursos, para lograr una puesta que irradia belleza.






No queremos contar más, creemos que con lo dicho ya es suficiente, para que el lector aprecie la calidad de la propuesta que nos convoca, que nos permitirá conocer fragmentos de la vida de una escritora apasionada y adelantada a sus tiempos que abrió las puertas a la modernidad literaria en forma, fondo y personajes, aunque muchas personas no la conozcan demasiado, siendo esta una inmejorable oportunidad para descubrirla o para algunos saber más de ella.

Los invitamos entonces a que conozcan el universo poético y onírico de Katherine Mansfield, gracias a una dramaturgia rica y sensible que toma momentos cruciales de su vida, con una puesta de lujo para el teatro independiente, que dará el marco adecuado para disfrutar de la genial composición de Milagros Almeida, que la rompe en escena, logrando que el público que colmó la capacidad de la sala, siga embelesado el relato y despida a la protagonista, con una prolongada ovación, como justo premio, por la distinguida noche de teatro vivida.


Pensador Teatral.


sábado, 3 de febrero de 2024

Paisaje de Mar sin Ninguna Sirena

Dramaturgia y Dirección de Alejandro Schiappacasse.






Sábados 20 30 hs en Vera Vera Teatro ( Vera 108 ) 

Un texto potente y peno de poesía nos acerca la lucida dramaturgia de Alejandro Schiappacasse, que en esta obra con título onírico, nos habla de una pareja que parece dirigirse directo al naufragio. El amor y los momentos felices parecen formar parte de un paisaje difuso. El presente es oscuro, la insatisfacción se extiende y el amor parece haber quedado atrapado en las peligrosas mareas de la rutina.






La historia arrancará con Clara ( Rosario Andía ) recostada en una reposera mirando al mar, desde los amplios ventanales de la casa en la que vive frente a la playa. Escucha música, pero se la nota algo abatida y encerrada en sus pensamientos. Esa paz algo forzada, se interrumpe cuando aparece en escena su esposo, que luce preocupado, porque no encuentra sus anteojos y otros objetos personales, Pero Clara lejos de querer ayudarlo, se muestra fastidiada, por aquel comportamiento que además de ser repetitivo, le resulta irritante.

El espectador pronto notará que el presente de aquella pareja está lejos de ser armónico y a los integrantes de la misma se los nota en sintonías diferentes. Hay reclamos, principalmente de ella, pero él no se hace cargo, se siente más cómodo encerrado en su mundo, que obligado a afrontar un presente poco agraciado La idea de mudarse hacia una casa frente al mar, fue de él, la intención era recuperar el vínculo y que mejor que hacerlo en aquel lugar privilegiado, donde todos añoraríamos vivir.  Pero las cosas no resultaron como pensaron y pese a la mudanza la crisis de la pareja se agravó.

Los diálogos por momentos navegan entre lo absurdo y la ironía. Clara es la que muestra su enojo, la que lucha para que su pareja recuerde aquellos momentos de felicidad que vivieron juntos y que ahora parecen tan lejanos. Pero él no acusa recibo, prefiere las evasivas y acusa una extraña enfermedad, que le hace perder la memoria, hasta ahí nada raro, pero en este caso esa enfermedad se empecina en que olvide específicamente de aquellos recuerdos que hacían feliz a la pareja, creando una atmósfera de tensión y violencia en la casa.





La trama vá soltando las piezas de a poco y el espectador empieza a armarse un cuadro de situación completo. Hay una cuota de suspenso importante en la obra y por eso no queremos adelantar mucho más. Solo diremos que en algunos momentos, Clara sentirá que la lucha para recuperar el vínculo y ese fuerte amor que alguna vez los unió,  es una misión casi imposible, tanto que lo mejor sería que todo acabe allí, con el mar como testigo de una tragedia anunciada. Pero la mente de aquella mujer despechada será tan fuerte, para lograr que su marido se esfume como si nada ??? Podría vivir luego con aquella culpa ?? Para saberlo, no les va a quedar otra, que ver la obra, algo que recomendamos fuertemente.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones de la dupla protagónica conformada por Rosario Andía y Alejando Schiappacasse. Composiciones minuciosas e intensas que logran potenciar un texto muy virtuoso. Y si bien ambos están soberbios, queremos resaltar especialmente el trabajo de Rosario Andía, que lleva adelante el personaje más fuerte de la historia, ya que Clara se muestra consciente del momento terminal que vive la pareja y hará los últimos intentos para reflotar una pareja que se hunde lenta e inexorablemente.





Una interpretación potente y cargada de sensibilidad la de Rosario, que corona en la parte final de la obra con un monólogo implacable en el que muestra todos sus recursos actorales. Nos gustó mucho lo de Rosario. Pero no seamos injusto con Alejandro, que además de ser dueño de la talentosa pluma que escribió la obra, es el director y además protagonista de la misma. Jugando a la perfección, el rol de un hombre que se muestra inmerso en su mundo, en sus pensamientos y que muestra signos de resignación en cuanto a la pareja. Muy buena la composición de Alejandro, dando vida a un personaje enigmático y atrapado en sus laberintos mentales. Un dupla que se luce en escena y que como dijimos potencia un texto muy rico.

Vamos a dedicar unas líneas a la puesta minimalista y muy efectiva que presenta la obra, donde hay que destacar el estupendo diseño lumínico de Pablo Rojas, jugando con las penumbras que envuelven los diálogos de la pareja y los rayos de sol que ingresan por el gran ventanal. El diseño escenográfico de Paula Molina con esa reposera como centro de escena y el vestuario que caracteriza a los personajes también de Paula, son ítems que contribuyen a la belleza de una puesta que transmite mucho.





Ya no queda demasiado para agregar, solo nos queda recomendar Paisaje de Mar sin ninguna Sirena, una obra que nos habla de vínculos rotos, del desgaste de las parejas y de como el amor se vá consumiendo hasta llegar a un momento, en que se sigue adelante solo por inercia y por el recuerdo de momentos felices, que forman parte del pasado. Quedando en evidencia, como muchas veces cuesta ponerle fin a una relación, corriendo el peligro que la única salida posible, es un giro inesperado del destino que nos libre del deber de enfrentar la realidad.  El texto también nos lleva a pensar al miedo que produce la soledad y como en algunos casos se prefiere extender un vínculo ya roto, para evitar quedarnos solos.

Los invitamos a que se lleguen hasta la fría casa de la playa, para mirar hacia el horizonte, con la inmensidad del mar como fondo, para reflexionar acerca de la finitud del amor, de la fantasía de la inmortalidad y del enorme desgaste que puede provocar la rutina y el paso del tiempo en las parejas. Todo ello de la mano de un texto fuerte y profundo, una puesta plena de poesía y actuaciones exquisitas, que nos permitirán disfrutar de una sentida noche de teatro independiente, donde las emociones, como olas del mar, romperán con fuerza en nuestros corazones.


Pensador Teatral.


viernes, 19 de enero de 2024

No hay banda

Dramaturgia y Dirección de Martín Flores Cárdenas.






Viernes 20 30 hs en Casa Estudio Teatro ( Guardia Vieja 4257 )

Una obra perfomática íntima y sensible, es la que nos propone el talentoso Martín Flores Cárdenas, en su triple rol de dramaturgo, director e intérprete, aunque el mismo al comienzo de la función, se apura a aclarar que no es actor y que tratará de hacer lo menos posible en escena. Según su visión solo se parará frente al público, hará lo mínimo e indispensable para llevar adelante la obra, pero no actuará. Es esto posible ?? La noche arranca con interrogantes y el público, no duda que será testigo de una obra muy original, en la cual el hecho teatral será permanentemente interpelado.






Desde el arranque, la cuarta pared se torna invisible y Martín texto en mano, abre su intimidad ante el público, relatando algunos hechos familiares, al mismo tiempo que desnuda el proceso creativo, reflexionando acerca de lo complejo o no que puede resultar crear una obra, desafiando los límites, cuestionando cuando arranca la misma, cuando finaliza y más aún sobre si algún relato puede considerarse por si mismo una obra de teatro o bien existen hechos constitutivos que no pueden faltar nunca. Por ejemplo, puede haber obra sin actores y sin escenografía ? Que haya alguien en un escenario y público en la platea,  ya alcanza para que haya una obra teatral ?

No hay banda, es una propuesta experimental y muy inteligente, que partiendo de un hecho real en la vida de Martín. como la muerte de su abuelo, nos invita a reflexionar. Horas después de aquella muerte y cuando aún estaba en estado de shock, recibió el llamado de un productor que estaba montando un festival en Brasil en poco tiempo y quería que el estuviera presente con alguna obra nueva de su autoría. Le preguntó si estaba escribiendo alguna y el sin saber muy bien porque le mintió diciendo que estaba en ello, cuando en realidad no tenía nada escrito. En ese momento supo que la reciente muerte de su abuela, sería el tema de aquella obra inexistente.






Y así fue como en Brasil, con un elenco formado de apuro, se presentó una obra a partir de la muerte de su abuelo, con una trama bastante caótica, que generaba dudas existenciales sobre el momento en el que dejamos este mundo y que cuando nos llega la hora, sabiendo que vamos a atravesar alguna vez aquel momento La obra parecía destinada al fracaso, pero de manera casi inexplicable tuvo muy buena respuesta del público.

Pero el elenco se desarmó y todo parecía terminado. Pero años después, Martín tomó aquel guión y comenzó a jugar con el mismo, pensando si sería posible presentarlo sin actores, sin escenografía y sin banda musical. Un texto desnudo. Y en esa idea alocada  nació No hay banda. Comenzó ensayando una obra que parecía imposible, con amigos como testigos y público. Hasta que el año pasado y sin demasiadas expectativas, se decidió a presentarla en Casa Estudio, sin saber si duraría un mes o sería una función debut y despedida. Pero la obra sorprendentemente o no, tuvo muy buena respuesta del público, con una primera temporada a sala llena y ahora está arrancando ahora su segunda temporada, algo que el autor, director y protagonista, nunca imaginó.





La presencia de Martín Flores Cárdenas en escena es magnética, el público lo mira sorprendido y sin perder detalle. El protagonista, anuncia todo lo que se viene, desmenuza la trama y pone en evidencia las convenciones teatrales. Dándose permiso para tomar un vaso de whisky en una pausa, para pedir que prendan luz de sala y hasta para preguntar al público si hace calor para encender el aire acondicionado.

Aclaramos por las dudas, que todo lo artesanal y experimental que tiene la obra, potencia el atractivo de la misma, ya que como dijimos la presencia escénica de Martín parado frente al público es muy fuerte. La trama es realmente bella y con recursos originales, hay proyecciones de videos, audios de whatsapp y momentos musicales realmente muy logrados, que le otorgan a la puesta una belleza y una calidez que llegan al espectador.






Disfrutamos mucho de No hay banda, una obra perfomática difícil de catalogar que tiene toques de biodrama y también de teatro documental, pero que no entra claramente en ninguna de esas categorías. Nuestra recomendación es que no busquen clasificarla y que vayan a verla con la mente abierta y preparados para vivir una noche de teatro diferente, ya que además de no dejarlos indiferentes los va a emocionar mucho. En lo personal la obra me  llegó de pleno al corazón, ya que las preguntas filosóficas que plantea la obra acerca de la muerte, me las hice hace poco tiempo y son las preguntas que todos nos hacemos, sin que existan respuestas certeras.

Recomendamos descubran esta original propuesta, que se presenta en Casa Estudio, que nos habla del proceso creativo del teatro, de las convenciones teatrales,  de la amistad, del sentido de la vida y de la muerte. Lo hace con una mirada sensible e íntima, de un protagonista que se abre ante el público, mostrando toda su fragilidad. Y en una noche con muchos interrogantes, nos vamos con una certeza, cuando hay talento, no es necesario que haya actores o despliegue escenográfico para que exista una obra teatral. Y como Martín Flores Cárdenas, tiene talento de sobra, el resultado es esta perlita que el teatro independiente nos presenta y nosotros como público celebramos.



Pensador Teatral.




martes, 9 de enero de 2024

El Funeral de los Objetos

Miércoles 20 hs en Teatro La Plaza ( Av, Corrientes 1660 )






Idea Original: Nicolás Manasseri y Fernanda Provenzano. Dirección General: Nicolás Manasseri.

Siempre nos alegramos cuando una obra concebida en el teatro off, un día logra dar el gran salto y llegar al circuito comercial. Es algo que ocurre, solamente con pocas obras que tienen un algo especial, que les permite destacarse entre tantas obras e ingresar a las grandes ligas. En este caso, El Funeral de los Objetos, llega a la calle Corrientes, luego de tres temporadas a sala llena en diferentes teatros circuito del off y habiendo recibido varios reconocimientos de la crítica especializada.





La vara estaba muy alta y más todavía, porque asistiríamos a la función estreno de la obra en el Complejo La Plaza, algo que podría nervioso a cualquiera, ya que no es sencillo ese pasaje de una sala pequeña a una de las dimensiones y el peso de la Pablo Picasso, que lucía colmada para la gran cita. El desafío era grande, del mismo modo que la expectativa y vamos a arrancar por el final, para contarles que las previsiones previas se superaron ampliamente, pudiendo disfrutar de una función magnífica y plena de emociones, por el despliegue actoral y por la gran respuesta del público que colmó la sala y ovacionó a los protagonistas.

Pero analicemos juntos, donde puede radicar el secreto de esta obra, con un título tan extraño y atractivo a la vez. El Funeral de los Objetos, que nos presenta a un grupo de personas que no se conocen entre sí y llegarán a una sesión muy especial, dirigida por un gurú medio loco, que tendrá la difícil misión de convencer a los extravagantes concurrentes, de que puedan desprenderse del objeto que han llevado, con el que establecieron una relación y un apego tan fuerte, que sienten que no podrían vivir sin él.






Es importante mencionar que todos los personajes, tienen algún rasgo que destaca, ya sea por algún tic, repetición verbal, comportamiento extraño o todas las opciones mencionadas Las composiciones son minuciosas y resultan el corazón de una historia que juega con el absurdo y lo estrafalario, con algunos toques trágicos y siempre con el humor y la música como estandarte, para dar rienda suelta a la creatividad y a lo lúdico.

A lo largo de este extraña sesión, cada uno de los personajes tendrá posibilidades de contar su historia y la relación con el objeto amado,  que será seguida con mucha atención por el resto de los concurrentes, bajo la conducción de un guía que megáfono en mano, tratará de gritar la verdad a los cuatro vientos y convencer a quienes contrataron sus servicios, a dejar allí sus objetos, que mirando con profundidad son en verdad portadores de gran parte de sus miedos y frustraciones. Para saber si la reunión resulta exitosa y soltaran los objetos, deberán ver la obra, ya que no vamos a contar más.

Momento de hablar de las estupendas actuaciones que presenta la obra, realmente resultan admirables las composiciones que cada uno de los actores consigue, por el grado de detalle y minuciosidad, ya que veremos trabajos muy completos, ya que los actores deberán explorar la veta humorística, la musical y el teatro físico, ya que hay mucho de ello en la trama. Creemos que el talento y el compromiso que muestran los siete actores que componen el elenco, son la llave que explica el éxito y el gran crecimiento que tuvo la pieza desde su estreno.





Las actuaciones son todas destacadas y nadie desentona, por el contrario ante lo bueno de las mismas parecen potenciarse. Corriendo el riesgo de ser injustos, en lo personal nos gustó especialmente la composición de Fernanda Provenzano, una de las creadoras del proyecto, que realmente la rompe en escena. dando vida a un personaje desopilante, que hará reír mucho a la platea. Además del lucimiento en lo actoral, Fernanda se luce en las partes cantadas, por su hermosa voz. Fantástico trabajo por donde se lo mire.

El otro creador de la historia es Nicolas Manasseri, que al igual que Fernanda, nos regala una interpretación superlativa, con un personaje comprador y carismático, que porta consigo una misteriosa urnita, que esconde un secreto que solo se revelará en la parte final de la historia. Enorme interpretación de Nicolás, que además es el director de la obra, como si faltara algo más para destacar. Y a este injusto podio, queremos sumar a Rafael Escalante, que tiene a su cargo el rol de director de la velada, megáfono en mano y con un personaje que derrocha energía y tiene toques clownescos. Nos gustó mucho lo de Nicolás.






Pero no seamos injustos con el resto, Martina Alonso está soberbia, con su carrito de bebé y una expresividad admirable, tremendas sus caras, para un personaje que parece salido de un cuento de terror. Resalta la potencia de Eugenia Fernández, que lucha con ese ruidito perturbador que la persigue. Matías Zajic, es el reincidente que no vuelve no no se quiere dar por vencido, completando el elenco,  Victor Hugo Araguás es otro punto alto, con su obra inconclusa y un derroche de histrionismo que eleva su actuación.  Como dijimos anteriormente, son siete los actores, que compartirán el escenario en todo momento, con trabajos muy destacados, que desafiarán al espectador a estar bien atentos, para que no se pierdan lo mucho que sucederá en el escenario de manera simultánea.

Si bien las actuaciones son el punto fuerte de la obra, no debemos perder de vista, que hay una puesta creativa y con múltiples recursos que potencian la obra. Arranando por la dirección musical de Facundo Cicciu, las logradas coreografías de Fer Provenzano, el vestuario de La Costurera que caracteriza en gran forma a los personajes y el cálido diseño escenográfico de Phepandú.  Cuando vean la obra, porque a esta altura, no hay dudas que la tienen que ver, podrán comprobar que todos los ítems que mencionamos se destacan mucho.





Ya contamos demasiado, acerca de esta original y atractiva propuesta que ofrece El Funeral de los Objetos, que de la mano de la música, el humor y el absurdo, nos permitirá pasar momentos muy divertidos, pero al mismo tiempo reflexionar sobre como muchas veces nos aferramos a los objetos y a los recuerdos, no queriendo soltar algunas etapas pasadas de nuestras vidas, que por más felices que pudieron ser, ya forman parte del pasado y no nos dejan mirar el futuro, quedando anclados en la frustración y los miedos.

Los invitamos a que sean partícipes de esta desopilante ritual que la obra propone van a disfrutar de una historia potente, actuaciones estupendas y una puesta riquísima. El Funeral de los Objetos, se ganó su lugar, gracias al boca a boca, de tantos espectadores que la recomendaron en el off, hasta dar el gran salto al teatro comercial, donde sin dudas le espera un recorrido muy exitoso. Para el recuerdo quedará, esa ovación de pie que al final de la función, los espectadores le ofrendaron a los protagonistas, dejando claro que el talento y la creatividad, no distingue circuitos teatrales.


Pensador Teatral.


domingo, 10 de diciembre de 2023

Compañia

Dramaturgia de Eduardo Rovner.  Dirección de Alejandra Mistral.






Jueves 20 30 hs en El Extranjero Teatro ( Valentín Gómez 3376 ) 

Se presenta en la cartelera porteña, una de las obras más representadas del multipremiado dramaturgo Eduardo Rovner, que se ubica entre los autores más prolíficos de la escena local, con más de cincuenta obras escritas, con muchos sucesos en su haber. Ahora sin estar en el plano terrenal, nos acompaña con su legado, conformado por obras como Compañia, que llega al Beckett, bajó la dirección de Alejandra Mistral.





Compañia es una comedia negra, que nos habla de la rutina en el matrimonio y de la soledad, contando una historia que oscila con habilidad entre el humor y el absurdo, naturalizando algunas situaciones que resultan disparatadas, más que nada por la hipocresía que reina en la mayoría de las relaciones del mundo real, en las que reinan la mentira y la hipocresía, no siendo habitual el sincericidio que nos tiene reservado este relato.

Esta historia, nos hablará del matrimonio de Ana ( Mariana Litvin ) y Osvlado ( Pablo Cernadas ), que llevan casados más de veinticinco años, con los hijos grandes ya y haciendo su vida, quedando solos y algo aburridos, arrastrando la rutina de tantos años compartidos. Parecía ser un día como cualquier otro, Ana está sentada en el living tejiendo un pullover, cuando regresa Osvaldo a casa, algo más tarde que de costumbre y con una cara de felicidad poco habitual en él, ya que no se siente feliz de su trabajo en el juzgado.

Pero Osvaldo le cuenta a su esposa que ese día soleado, sintió la necesidad de irse antes del trabajo y disfrutar la tarde. Sin saber muy bien los motivos, ni como tomó el coraje para hacerlo, se excusó diciendo que se sentía mal y partió en busca de un poco de aire fresco. Fue hasta el Rosedal de Palermo, para sentarse en un banco cualquiera, para contemplar la belleza de ese cielo celeste y aunque sea por una tarde sentirse libre. Su esposa lo miraba con una sonrisa extrañada y lo alentaba para que siga con el relato, ya que quería entender cual era el motivo de la cara de felicidad su esposo y dilucidar porque si había salido a la tarde de la oficina, regresaba a la casa, bien entrada la noche.






Pero de a poco, la sonrisa de Ana irá despareciendo cuando Osvaldo le cuenta que en el parque conoció a una mujer, de la misma edad que ellos, con la que empezó a hablar animadamente y de manera impensada ese encuentro fortuito, fue ganando en intensidad. La cara de Ana, irá virando de la incredulidad a la bronca, cuando su marido prácticamente le confesará que ha sido infiel con esa desconocida. No queremos contar más para mantener el suspenso, solo diremos que Osvaldo, además de confesar su comportamiento impropio, la dejará helada con una propuesta tan sorpresiva, como disparatada que hará,  que no vamos a contar aquí y descolocará por completo a su esposa. Pero para conocer cual fue el pedido y que sucedió luego, deberán ver la obra.

La trama atrapa al espectador y en esto tienen mucho que ver los actores elegidos para la ocasión, que conforman un triángulo virtuoso. Arranquemos por Mariana Litvin, como Ana, la ama de casa que no podrá creer lo que su esposo le está contando. Nos gustó mucho el trabajo de Mariana, manejando muy bien los matices emocionales que su personaje tiene a lo largo del relato y mostrando mucho carisma. Pablo Cernadas, es un Osvaldo bonachón, que hace todos los esfuerzos porque le compren su versión de los hechos. Pablo, muestra su histrionismo y una veta humorística, en un personaje que pese a lo que contará, emana ternura y empatiza mucho con el público.






Y el triángulo se completa con Mariel Rueda, una actriz que nos gusta mucho y a quien elogiamos en varias oportunidades en este sitio y que este año fue nominada a los Premios Ace, por su trabajo en Las Descartadas, cuya crítica compartimos hace unos meses en este blog. Aquí será Magda, el personaje disruptivo de la historia, que como tercera en discordia, desatará el conflicto en el matrimonio, Pero no vamos a contar mucho de su personaje para mantener la sorpresa. Solo diremos que nuevamente vimos lucirse a Mariel, que muestra una vez más, su talento y versatilidad.

Muy buena química muestra el elenco reunido y le damos mérito aquí a la directora Alejandra Mistral, que ofrece una puesta dinámica que les deja terreno fértil a los protagonistas para su lucimiento. De la puesta, queremos destacar el diseño escenográfico de Gisela Budesky que presenta un típico hogar de clase media y el diseño de luces de Miguel Ángel Madrid, que colabora con los diferentes climas que tiene el relato.






Pasamos un muy buen momento teatral, con este texto exitoso de Rovner, que además de hacernos reír, nos invita a reflexionar,  hablando de aquellos matrimonios de larga duración, que con el correr del tiempo, van cayendo en la trampa de la rutina y del aburrimiento, sintiendo que la vida se transforma en un camino previsible y carente de emociones. Pero como esa quietud, un día como cualquiera podía cambiar. Además de ello, en el relato presenta el tema de la soledad, que es un fantasma que suele aparecer en la etapa adulta de muchas personas.

Compañia es una comedia negra, que con humor y jugando con al absurdo, desafía lo que ocurre normalmente en las parejas, donde la franqueza y plantear la posibilidad de sumar a una tercera persona al vínculo conyugal, suena como algo imposible, Un texto inteligente, una dirección ágil y muy buenas actuaciones confluyen, para que los espectadores disfruten una noche de muy buen teatro independiente.



Pensador Teatral.



viernes, 8 de diciembre de 2023

Mariquita Sánchez de Nadie

Dramaturgia y Dirección de Ariel Haal.





Siempre valoramos cuando el teatro independiente, reconoce a figuras de nuestra historia, que por diversos motivos no siempre recibieron el merecido reconocimiento y más en esta ocasión, que nos traslada a los años de nuestra Independencia, época donde solo los hombres parecían protagonizar aquella gesta, para rescatar la figura de Mariquita Sánchez de Thompson, mujer trascendental en la historia argentina del Siglo XIX, siendo una de las pioneras en defender la patria, la igualdad y los derechos de la mujer.

La historia la recuerda por su importante rol en la creación del Himno Nacional Argentino, pieza que fue cantada por primera vez en su casa, siendo ella misma quien interpretó las primeras estrofas del Himno, por ese entonces llamado " Marcha Patriótica " . Conocida por su aguda mente y su participación activa en los círculos intelectuales y políticos de la época, Mariquita desempeñó un papel crucial en la gestación de ideas independentistas en la antesala de la Revolución de Mayo.





Sobre esta ilustrada mujer, Ariel Haal construye una potente ficción teatral, en su opera primera como autor y director, tomando como base el cuento Mariquita Sánchez de la escritora Paula Jiménez España, incluido en libro Pollera Pantalón, cuentos de género, donde la autora toma a mujeres icónicas que se revelan contra los mandatos sociales y el statu quo, animando a desobedecer las reglas y luchar por sus ideales, siguiendo el camino de la libertad.

Dejando atrás las introducciones, vayamos ya a la obra que nos convoca y como si existiera la máquina del tiempo, nos invita a viajar a a un día preciso de nuestra historia, más exactamente al 14 de Mayo de 1813, fecha en que que el Himno compuesto por Vicente López y Planes y con música de Blas Parera, se cantaría por primera vez en público en la casa de Mariquita Sánchez de Thompson. Sin dudas un día muy especial en aquella casa y allí estaba Mariquita relajada en la bañadera, tomando un baño de espuma, esperando que sea la hora indicada, en la que llegaría llegaría López y Planes con el resto de los invitados, para ser parte de una jornada histórica.





Pero en esta fresca y disparatada ficción, las cosas no ocurrirán como dictan los libros de historia, ya que poco antes de la hora señalada sonará el timbre de la casa de Mariquita y a partir de allí todo cambiará. La visita inesperada es la de Lucía Thompson, una campesina, de profesión luthier que llegó con la misión de afinar el piano de Mariquita, instrumento clave para la velada que se iba a desarrollar. Luego de un divertido diálogo entre Lucía y la áspera criada de la casa, la recién llegada quedará cara a cara con Mariquita.

La candidez y belleza de esa humilde mujer criada en el campo, sedujo a Mariquita, que quedó deslumbrada por su manera de hablar y sus destrezas, como sus pasos de malambo y el manejo de las boleadoras, además de un escote pronunciado que no podría dejar de mirar. No queremos contar más, para mantener el suspenso. Solo diremos que desde esa visita, la mente de Mariquita se acelerará y cuando a la hora indicada López y Planes toque el timbre de su casa, el recibimiento que tendrá aquel encumbrado hombre, no será el esperado, pero cumplimos con nuestra palabra y hasta allí contaremos de esta historia.





Momento de hablar de la fenomenal composición de Rafaela Gamba, que la rompe en escena. En las líneas anteriores mencionamos a varios personajes que tiene la historia, pero el formato de la obra es un unipersonal. La magia está a cargo de Rafaela que desdobla con maestría a los cuatro personajes, del relato  mostrando una gran repentización para hacer los cambios de rol, los tonos de voz , las expresiones del rostro, logrando hasta que los mismos personajes dialoguen entre sí, con una fluidez y una gracia que impacta.

Es la primera vez que vemos en escena a esta joven actriz nacida en Santiago del Estero y formada en Córdoba, que hace casi diez años, leyó el libro de Paula Jiménez España y se enamoró del cuento de Mariquita, teniendo como objetivo llevarlo al teatro. Estudió el personaje en detalle y tuvo varios intentos de llevar adelante el proyecto. Se mudó a Buenos Aires, la idea creció y se transformó en una realidad, cuando subió al barco del proyecto a Ariel Haal, quien la ayudó a delinear esta Mariquita Sánchez de Nadie, que la tiene como gran protagonista brillando en el escenario, con una energía y un histrionismo que resulta magnético para los espectadores. Enorme trabajo de Rafaela.






Nos habían recomendado mucho la obra, que recorrió la temporada con un gran suceso de público y estamos muy contentos de haberla podido ver en el final de su primera temporada, ya que pudimos confirmar todo lo bueno que nos habían anticipado, conociendo a una Mariquita fresca, con una mirada  aggiornada a estos tiempos,  reivindicando el recuerdo, de una mujer adelantada a su época, culta y con una rica vida intelectual, conocida por ser una de las pioneras en defender la patria, la igualdad y los derechos de la mujer.

Por todo lo mencionado, somos nosotros los que recomendamos ahora Mariquita Sánchez de Nadie, una destacada propuesta del teatro independiente que bucea en nuestra historia y con una importante cuota de humor, nos presenta a una mujer protagonista en los tiempos tiempos de la Revolución, de la mano de una lucida adaptación y una puesta muy atractiva de Ariel Haal, que deja terreno fértil, para que Rafaela Gamba se adueñe con pasión y talento de este unipersonal, para que el público disfrute de una distinguida actuación, que sin dudas la  convierte en una de las revelaciones teatrales del año y en una actriz que debemos seguir muy de cerca.


Pensador Teatral.